Piden la oreja de Capello y Calderón

El Bernabéu parecía Las Ventas. El fútbol, demudado en corrida de toros. Mala, eso sí. Pero en la que, como en la fiesta nacional, se pidió la oreja a base de pañuelos de los espectadores. La oreja del entrenador, Fabio Capello, y de su valedor, el presidente Ramón Calderón. Para que luego diga éste que el público del Bernabéu es frío, que va al Estadio como el que va a un teatro. Pues menos mal, porque si no, ¿qué hubieran pedido? El caso es que, bromas y comparaciones aparte, el Madrid  sigue de fiasco en fiasco y tiro porque me toca.

Ya lo escribimos la semana pasada: Calderón, en este caso siguiendo las instrucciones del míster, se ha cargado a dos jugadores de calidad, Beckham y sobre todo el goleador Ronaldo, y en su lugar ha subido de titulares a chavales del Castilla, de Segunda, que bastante hacen con aguantar el tipo. Pero, claro, como era previsible esta arriesgada apuesta les ha salido mal -el equipo lleva dos goles en los últimos seis partidos- a los dos, míster y 'máximo mandatario, y ahora pagan las culpas. Bueno, quienes realmente las pagan son los sufridos seguidores que ven como un equipo tan blando como el Levante, tercero por la cola también es capaz de ganar en el Bernabéu.

Y como un teórico grande, como el Madrid, cada día juega peor y se aleja del título. Y eso que el Barça, también favorecido por el traspiés del Sevilla en el Sánchez Pizjuán -donde fue incapaz de ganar a otro conjunto en puestos de descenso, la Real Sociedad- no apretó el acelerador y 'consensuó' un empate en el difícil terreno de Osasuna, que le sirve para seguir de líder y aumentar la diferencia con el Madrid. Además con la buena noticia de la reaparición de Eto'o, que deber ser decisivo en el tramo final de la temporada, tanto en Liga como en Copa y Liga de Campeones.

De modo que de los de ariba, el único que ganó, con su estilo feo pero seguro, fue el Valencia de Sánchez Flores, que vuelve a la 'pomada' de los aspirantes al campeonato. Y por abajo, aunque puntuaron Nástic y Real Sociedad, de poco les sirvió, porque con la sorprendente victoria del Levante en Chamartín, todavía se distancian más de la salvación. Claro que para este tercer puesto que lleva al infierno de Segunda, se han metido muy a su pesar en la pelea Celta, Athetic de Bilbao -derrotado en su campo por el renacido Betis desde que llegó al banquillo Luis Fernández- y Mallorca.

De modo que la Liga continúa emocionante e igualada, con lucha por arriba y por abajo. Y con un denominaor común, y que apunta a repetirse todavía muchas semanas, meses y quién sabe sin años -tres en blanco de títulos llevan los blancos-:  los petardos del Real Madrid, para oprobio de su seguidores, para mofa de sus rivales y enemigos.