Los bancos españoles, y en especial las cajas de ahorros, podrían ser los próximos en sufrir los estragos de la crisis financiera que ha vapuleado ya a la banca estadounidense, según el diario económico The Wall Street Journal.
"Con la quiebra inmobiliaria pasando factura a los constructores españoles, los propietarios y el conjunto de la economía, la previsión es sombría, especialmente para el sistema de las cajas de ahorros locales, que generan cerca de la mitad de los préstamos y depósitos nacionales", asegura hoy el diario en la portada de su cuadernillo sobre Dinero e Inversión.
En ese sentido, recuerda que la agencia Moody's rebajó la semana pasada las calificaciones de riesgo de cinco grandes y medianas cajas de ahorros, incluida la del Mediterráneo ante el "rápido deterioro de los indicadores de la calidad de sus activos".
El diario añade que en la caída del 35 por ciento del beneficio del banco británico Barclays en el primer semestre del año influyó claramente la anotación de 103 millones de libras en amortizaciones para cubrir pérdidas relacionadas con los mercados inmobiliario y constructor españoles.
La firma Keefe, Bruyette & Woods también ha expresado, según detalla el diario, su preocupación expresa por la situación del Banco Popular y Banco Sabadell, en parte porque ambos sectores suponen para los dos cerca de una quinta parte de sus carteras crediticias.
Sin embargo, el diario asegura que Banco Santander y BBVA están en una "relativa buena situación para capear la tormenta, según los analistas, gracias a sus boyantes beneficios en Latinoamérica y otras partes de sus extendidas operaciones".
Además, "en un escenario de pesadilla (pérdidas del 50 por ciento en créditos a desarrolladores inmobiliarios), la firma Dresdner Kleinwort calcula que el único de los cuatro mayores bancos españoles que agotaría sus provisiones y posiblemente se vería forzado a recaudar capital sería Banco Sabadell.
El diario reconoce así que "muchos analistas" consideran que "en última instancia el sector bancario español capeará la crisis".
Como ejemplo cita que la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's opina que "la banca española afronta el actual entorno desde una posición de fortaleza".
Aún así, añade que "las preocupaciones sobre la salud de los bancos españoles podría aumentar los temores entre las entidades europeas a prestarse unas a otras, lo que aún aumentará las tensiones que ha sufrido el sector durante meses".
Frente a la banca estadounidense, donde en los últimos meses han sido protagonistas las amortizaciones multimillonarias, los recortes de dividendos y las inyecciones de capital, los bancos españoles "se han mantenido bastante bien", debido, según "muchos analistas", a una regulación más exigente.
En opinión del diario, las provisiones que tienen que mantener los bancos para cumplir la normativa, los ayudarán a hacer frente a futuros impagos, pero de momento el colapso inmobiliario ha frenado con fuerza la economía española.
El importe de créditos impagados alcanzaría ya los 27.800 millones de euros, lo que supone un 1,5 por ciento del total y más del doble que hace un año, según The Wall Street Journal, que cita los problemas de Martinsa-Fadesa como "una señal de mal agüero".
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