Elecciones en Euskadi, primera parada

Aunque ya corresponderá al año que viene, a la hora de enumerar las cuestiones que tendrá que afrontar la clase política, una de las primeras se llama Elecciones vascas. Se supone que estarán situadas por el lehendakari en los primeros meses del 2009, pero ya hay algunas declaraciones, como las que ha efectuado la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, claramente alineada a la eventualidad de un acuerdo con el PSOE y contra la continuidad de gobiernos nacionalistas. Sorprende que Cospedal haya apresurado tanto su apoyo a los socialistas y contra los nacionalistas, cuando aún, en lo que queda de año, deberán sortearse muchas otras cuestiones en las que, con bastante probabilidad, seguirán chocando y enfrentándose socialistas y populares. Por ejemplo, la financiación autonómica, o los nombres concretos de la renovación del Consejo General del poder judicial y del tribunal Constitucional, o cómo resolver la consulta de Ibarretxe en Euskadi. Y sobre todo, y antes que ninguna otra cosa, el debate presupuestario y las fórmulas para afrontar una crisis económica que a todos llega con mayor severidad de la esperada.

De manera que, en efecto, parece que las elecciones autonómicas vascas, como las autonómicas gallegas, preocupan e inquietan en diverso grado y por distintas razones a los dos partidos mayoritarios, y por supuesto, a las fuerzas nacionalistas minoritarias de cada lugar, algunas de las cuales podrían verse sometidas a una muy difícil prueba, como probablemente sucederá con Eusko Alkartasuna, que posiblemente preferirá ir del brazo del PNV, una vez más y para garantizar su supervivencia.

Ya es conocido que, hasta hace unas pocas horas,  no estaba claro cuál de las dos autonomías, Euskadi o Galicia, iban a desarrollar las elecciones antes que la otra. De hecho, las dos parecen haber considerado detenidamente la posibilidad de anticiparlas a estos últimos meses del año, octubre o noviembre, aunque finalmente, tanto  Ibarretxe como Pérez Touriño han optado por hacer uso de sus correspondientes competencias para no anticipar, y agotar la legislatura hasta el final. La tercera cita con las urnas será la que renueve el Parlamento Europeo. Naturalmente, cada una de estas citas con las urnas supondrá que los dirigentes políticos padezcan una revisión o un examen, por más que, en particular Mariano Rajoy, ya haya anticipado que no se siente en período previo al examen por esas citas con las urnas.

Y quien sí o está de manera permanente es el jefe del Gobierno, Rodríguez Zapatero, que habrá de vérselas de inmediato con cuestiones de tanta envergadura y trascendencia como los presupuestos para el año que viene y la financiación de las autonomías para los años venideros.  Pero antes incluso, o al mismo tiempo que esas dos asignaturas, deberá comprobar si finalmente se produce la renovación del Consejo del poder Judicial y la del Tribunal Constitucional,. Sobre esta última, se produce ya la alarma o la advertencia, de que las correspondientes gestiones pudieran paralizar, aún  más, la sentencia sobre el Estatut catalán, y de igual modo, para la renovación del Consejo y de su presidente, y presidente del Supremo, se advierte que tiene entre manos la ilegalización de las prolongaciones batasunas en el Parlamento vasco, PCTV, yen las instituciones municipales, ANV.

De momento, las ejecutivas de los partidos han comenzado a considerar estos y otros problemas pendientes. Espera un cuatrimestre "muy difícil", como alertaba reciente la vicepresidenta De la Vega.