Impresentables del miércoles 3 de septiembre

García Márquez ha de reflexionar sobre periodismo. 

Vaya por Dios. Uno de los grandes escritores del siglo XX y lo que va del XXI, el Premio Nobel de Literatura en 1982 Gabriel García Márquez anda algo despistado en materia de nuevo periodismo, y eso que él alienta una Fundación, llena de nombres prestigiosos, para fomentar este nuevo periodismo, que poco tiene que ver, nos tememos, con lo que él predica.

El escritor y también periodista ha criticado al 'nuevo periodismo' por ser un "producto de la premura" y avanza que el periodismo impreso "no desaparecerá, pero garantizará lectores en la medida que esté bien escrito. Si no, nos aburrimos nosotros", en una intervención en un seminario de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) que dirige en México.
 
"Tengo la impresión de que no les dan tiempo para nada; veo que cierran antes de tiempo, ya para las 9, y eso me molesta", dijo el escritor colombiano en Monterrey, capital de Nuevo León, frontera noreste de México con Estados Unidos.

"Como periodista, uno sufre o disfruta por los encabezados y el manejo que se hace de las noticias; gozamos cuando hallamos una joya, pero sufrimos como perro cuando vemos la forma en que se maltrata el idioma", destacó, y reiteró su convicción de que el periodismo es "el oficio más bello del mundo", aunque luego dijo que a sus años ya le aburre.

Relató que al ver el manejo que se hace de las noticias, "tomo el teléfono para estarme peleando con los periodistas" porque "cuando uno está tan apresurado no tiene tiempo de pensar, y al día siguiente se dice: ¡mejor hubiera hecho esto!".

La verdad es que ‘Gabo’, tan genial en aquellas novelas de la era dorada, se lanza en ocasiones por el camino de la ‘boutade’: recordamos con bochorno aquel congreso de la lengua en el que abogó por suprimir la puntuación en el castellano. Y alguna de sus obras más recientes, en fin…

Gloria al García Márquez de siempre. Pero, admitiendo –cómo no—que el periodismo es a veces excesivamente apresurado y poco cuidadoso, el genio debe reconocer que las tendencias de las nuevas autopistas de la comunicación exigen mayores reflexiones que el despachar precipitadamente todo el periodismo moderno con un “sufrimos como perro”. La altura moral de un octogenario que tanto ha visto, escrito y vivido, no nos impide rebatir algunas de sus aseveraciones acaso, esas sí, demasiado precipitadas.

Sólo un mes de sanción para el juez del caso Mari Luz

Los jueces siguen dando ejemplo negativo por, entre otras cosas, su corporativismo. Y un buen ejemplo es la mínima sanción, de sólo un mes, que el instructor del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) pide para el impresentable juez Rafael Tirado, que dejó libre a Santiago del Valle, presunto asesino de la niña onubense Mari Luz, a pesar de que tenía una condena firme.

Mientras que el fiscal considera que la falta del juez Tirado es muy grave, que debe ser castigada al menos con tres años de suspensión, el compañero  de éste, o sea otro magistrado que es el instructor del expediente, la considera sólo como leve, descarta trasladar, expulsar o suspender a Tirado y pide esa mínima sanción de un mes. Con lo cual 'empata' en 'impresentabilidad' con el propio Tirado. Los jueces (algunos) son así.

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