Calvo dice que la inundación del túnel de la M-30 se debió a la mala fortuna

Tras la presentación de una nueva línea de autobuses en el centro cultural de Conde Duque, Calvo explicó que después del desbordamiento del colector de San Rulfo como consecuencia de la tormenta el agua salió a la Ribera del Manzanares y fue conducida por un muro del proyecto Madrid Río hasta el lugar donde se está construyendo una pasarela peatonal.

La cimentación de este soporte "estaba abierto, aún no estaba terminado, por lo que el agua encontró un agujero por el que entrar al túnel", aseguró el edil, quien apuntó que si las lluvias se hubieran producido unos días después, "las obras ya estarían terminadas", por lo que la inundación fue consecuencia "de la mala fortuna".

Calvo respondió así al portavoz del Grupo Municipal Socialista, David Lucas, quien exigió este miércoles al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, que "aclarase las causas de las inundaciones de los túneles de la M-30" y que explicara qué medidas se iban a tomar "para que los ciudadanos estuvieran seguros cuando pasaran por los túneles".

Lucas acusó al alcalde de "falta de transparencia" en la explicación sobre las causas del suceso y de no ofrecer información sobre las medidas para garantizar la circulación de los usuarios o sobre cómo efectuar el desalojo de las instalaciones en caso de emergencia.

El socialista se manifestó así como reacción  a las declaraciones del autor de la obra de soterramiento de la M-30, Manuel Melis, publicadas este miércoles por la prensa y en las que el ingeniero culpaba de la inundación del túnel a los responsables de Madrid Río, el proyecto de ajardinamiento de la superficie de la carretera soterrada.

"Una serie de chapuzas"
En las citadas declaraciones, el responsable de las obras de la M-30 explicó que "una serie de chapuzas en el proyecto de Madrid Río" han dañado el túnel que su equipo construyó, por lo que la responsabilidad corresponde a la Concejalía de Urbanismo.

Según Melis, la inundación se debió, en primer lugar, a que un muro levantado de forma "insensata junto al cauce del río (entre el puente de San Isidro y el de Segovia) hizo de presa y embalsó el agua de la tormenta; después, ese mar corrió calle abajo hasta colarse por un agujero que unos operarios, por error, abrieron al instalar una nueva pasarela sobre el río. Finalmente, las bombas de achique no funcionaron, probablemente por el único motivo que el Ayuntamiento admitió: un "fallo eléctrico".

Por eso, Melis pidió a Gallardón que mandara "reestudiar urgentemente todo ese proyecto por alguien que entienda lo que hay debajo, quitando inmediatamente los puntos bajos donde el agua se va a embalsar sin salida sobre el techo del túnel", así como que ordenara "quitar esos pinos de encima de las losas de techo para poner otras especies con raíces menos peligrosas".