90 minutos en el Bernabéu empatan a 20 años de Negreira

La que nos espera en nuestra querida Liga. Es obvio, que pocas cosas son por casualidad y menos en nuestro fútbol. Este es el pensamiento que apenas 24 horas después de lo sucedido en el Real Madrid-Almería tienen en el club merengue. Saben, porque lo han padecido, que se ha activado el antimadridismo. Y también saben, porque son previsibles, que este partido es la excusa perfecta para el equiparar las vergüenzas de una Liga, manchada por el 'caso Negreira' en los últimos 20 años, al relato del Real Madrid favorecido por el estamento arbitral.

Y es que atacar al Real Madrid sale gratis porque es lo fácil. Clubes como el Atlético de Madrid o el Valencia han salido en sus redes sociales oficiales con comentarios acerca del partido del Bernabéu. Precisamente dos clubes que tendrían que estar callados en sus canales oficiales porque han sido cómplices del racismo contra Vinicius entre sus aficionados más radicales. Pero claro, ahora que van a jugar próximamente contra el Real Madrid, es momento de sacar a pasear la lengua. Lo mismo ocurre con algunos medios de comunicación, regados de dinero por La Liga, que saben que ir contra el Real Madrid alimenta el relato y las arcas.

Este giro de guión de poner a la víctima como verdugo no lo esperaba. Tampoco esperaba que los clubes salieran a denunciar el sistemático manejo del colectivo arbitral por parte del Barcelona. No forma parte del relato. Si lo que ha hecho el Barcelona lo hubiera firmado el Real Madrid, la Liga ya estaría parada hace tiempo. Pero no olviden que quién compró la voluntad de los árbitros no fueron los blancos, por más que algunos lo hubieran deseado.

El Real Madrid debe estar preparado para no poner la otra mejilla. Lo que le viene encima es de órdago a la grande. Y todo porque se rectificó en el VAR tres acciones que habían sido mal pitadas en el campo. Y da igual que se demuestre que Hernández Hernández acertó en sus indicaciones al árbitro. La maquinaria del relato ya está en marcha. Y saben que tendrán muchos altavoces porque interesa poner al Real Madrid en el punto de mira. Unos para tapar sus fracasos, otros para justificar sus complejos y, sobre todo, para dejar en un empate 20 años de corrupción contra 90 minutos en el Bernabéu. Hoy más que nunca sí que son ‘molto largos’.