Mensajes (II)

Estamos a mediados de junio del año 2022. Dentro de unos días, mi santa y yo, pasaremos una semana larga con nuestra hija Mariluz, mi yerno Pablo, mi nieto Daniel, que cumple dos años… y pasaremos algún buen rato con sus amigos-vecinos Pilar y Simó, Isabel y José, Enrique y Montserrat en una amable localidad de la Costa Dorada.

Necesito evadirme de la múltiple contaminación de Madrid, de sus presuntuosas y amontonaditas terracitas, de la libertad-libertinaje para un ocio mucho más predominante-prepotente que productivo, necesito evadirme de su furia y de su ruido. Necesito unos meses sabáticos y tranquilos. Madrid es una ciudad acogedora-atractiva que camina hacia una competitividad individualista destructiva-fea-feroz. En los últimos años todo gira alrededor de la propaganda-inversión en más de lo mismo o peor. Madrid camina hacia más cinismo que civismo. Es decir, Madrid y sus gestores se pasan en unos casos y no llegan en otros. Otros como planificaciones-servicios públicos que van privatizando-encareciendo-deteriorando. ¡Todo por la pasta económica… muy desigual por cierto!

El lector que haya tenido la paciencia de leer este libro, comprobará que con más-menos acierto y más-menos insistencia he abordado diversos asuntos relacionados con el ser humano, sus circunstancias y la vida misma.

Desgraciadamente, mis demandas-quejas-sugerencias, y otras similares de similares ciudadanos, no sirven para nada porque no estoy-estamos en la onda-sintonía de los que deciden diseños y destinos “humanos”.

Sigue la explotación-esclavitud del hombre por el hombre hasta extremos inhumanos. Siguen más inversiones en armas que en bienestares…inversiones que también hipotecan a nuestros hijos-nietos. Sigue sin hacerse nada eficaz y constructivo contra la ruina que señala y practica el cambio climático. Siguen controlando-manipulando-privatizando lo que es o debería ser de todos. Siguen los virus molestos-mortales derivados, o no, del o de la Covid…o de que-quien sea. Siguen matándose en Ucrania, y XX, “héroes” ingenuos-inútiles. Siguen endeudándonos instituciones públicas-mixtas-privadas de “máxima reputación” hasta depender de no sabemos que-quién. Las elites y políticos elitistas siguen improvisando sobre la marcha asuntos prioritarios y comunes que hay que reflexionar-anular-frenar-promocionar-revisar. Las elites y los políticos elitistas cobardes y vendidos al “Gran Capital Privadísimo”, dan por hecho que la anormalidad de la corrupción-desigualdad-influencia-privilegio-pobreza-riqueza-precariedad-marginación, etc., sin límite-razón, es beneficiosa-normal para el sistema… y para todas las personas. ¿Y las idas-venidas de inmigrantes ligadas a negocios de negreros? Siguen las informaciones-deformaciones-divulgativas-masivas-partidistas-basura… casi todo es un patoso-podrido paripé.

Y lo que es más grave-preocupante… el bipartidismo y sus “satélites”… no está por las tareas de cambiar-solucionar el amenazante-suicida rumbo de La Historia. Claro que hay “gente” que vive bien-muy bien… pero eso no justifica la continuidad-crueldad de “nuestro” fracasado sistema.

El mensaje de este libro, es que hay que insistir-luchar hasta conseguir un mundo más racional y rotundo. Rotundo… no confundir con redondearlo-abultarlo con aglomeraciones de comida-bebida sospechosas que provocan deficientes grasas-masas físicas-mentales.

El mensaje de este libro también es invitar-incitar a esa mayoría de personas con sentido-sentimiento común, y con-sin fronteras… para que coordinadas-organizadas sean-seamos capaces de mandar a elites y sátrapas a tomar por el eco de Mariano… les guste o no. Ojo, porque las elites-sátrapas nos aturden-dividen hasta el miedo-odio. Sí, hay que evitarlos. Solo así, los abuelos, los hijos, los nietos, los amigos, etc., podrán decir que han-hemos pasado por el mundo-vida con un máximo-mínimo de dignidad-ejemplaridad.

Todo lo demás es mentira, o casi…aunque haya palabreros-golfos que vendan este modelo de sociedad-suciedad como alegre, auténtico, feliz, triunfal y/o único.

¡Sí, el sistema menos malo también es una estafa de estafas!

¡Y tenemos la obligación-necesidad de salvarlo-subsanarlo…aunque haya partes del público-pueblo más banales que cabales!

El mensaje de este libro es mejorar todo lo mejorable, es cambiar de hábitos, de escala de valores, de prioridades…todo ello encaminado hacia la dignidad-justicia social-paz. Y desde luego es menester rechazar-rechiflar a elites e insaciables ¡YA!

Hasta la próxima.