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El empobrecimiento de las clases medias y la política

lunes 21 de noviembre de 2016, 13:13h

La clase alta y la baja cada vez más separadas. Y, en el centro, una clase media empobrecida, incapaz de cubrir la brecha. Ese es el panorama que dibujan en los últimos años los estudios e indicadores sobre desigualdad en nuestro país, que reflejan en la sociedad una tendencia creciente hacia la polarización de los ingresos. Por ejemplo, según el índice de Gini, que es el indicador más utilizado para medir el nivel de igualdad, España es ya el segundo país más desigual de la Unión Europea, sólo superado por Letonia. En 2012 ocupaba el tercer puesto y, antes de la crisis, oscilaba entre los puestos 5, 6 y 7. Más datos el llamado ratio 80/20 establece una relación entre el 20% de la población que más y el 20% que menos ingresa, de tal forma que los valores más altos indican más desigualdad. Aquí España bate el récord de la UE con un 7,5 mientras que Alemania tiene un 4,6 y Noruega un 3,3.

Es más las antiguas clases medias se han dividido en dos a causa de la crisis, una que se ha proletarizados( los mil euristas) y otra que se ha enriquecido pasando a ser clase alta especialmente en los USA, lo que ha provocado que pasemos de tres clases sociales a diez, divididas por nivel de ingresos, en relación a su actitud ante la vida y por tanto ante la política, De ello han surgidos los partidos transversales y los populismos, que se aprovechan del disgusto generalizado de aquellos que antes estaban cómodamente instalados en las clases medias y que ahora ven disminuidos sus ingresos.

Es una evidencia que uno de los efectos graves de la crisis es la erosión de la clase media, en el sentido de "adelgazar" su presencia en el conjunto de la sociedad a causa del empobrecimiento de muchas familias. El paro, la pérdida de ingresos, incluso del hogar, ha destruido y sigue haciéndolo al grupo social, por demás heterogéneo, que ha vertebrado el desarrollo y la política democrática. También, de una manera intuitiva, podemos asumir que en la medida que la desigualdad crece, y es muy alta en España, la clase media se reduce.

Se rompe así el ideal de la cultura occidental surgido de la revolución industrial, que alcanzó su zenit en Europa y Estados Unidos en los años cincuenta del siglo pasado, de ser una sociedad articulada desde el centro, en la que la pobreza debía ser una excepción, bien por el Estado del Bienestar en Europa, bien por el buen funcionamiento del ascensor social como en Estados Unidos,.

Según Josep Miro y Ardevol: La clase media era también una forma de entender la vida, una cultura por tanto. La crisis la está destruyendo desde el punto de vista económico, pero también, y de antes, ha sido erosionada por la desvalorización de sus fundamentos culturales; la liquidación del sentido del esfuerzo y el deber; la sustitución del consumo razonable y satisfactorio por el híper consumismo como forma de identidad (los móviles y sus infinitos gadgets son un ejemplo de monumento ficticio de consumo inútil, no por el hecho de facilitar la comunicación obviamente, sino por la “necesidad” de cambiar rápidamente de aparato, y dotarlo de prestaciones innecesarias); la licuación del concepto de familia y descendencia; la afirmación en una pequeña tradición cultural familiar en el marco de una más grande; y el sentido religioso. Todo esto ha sido dañado antes de la crisis por la sociedad desvinculada de sus antiguos valores.

La erosión que ha sufrido la sociedad española durante la crisis ha dejado tras de sí una clase media más exigua y con menos ingresos que antes. Casi tres millones de personas que tenían rentas medias han reducido sus ingresos desde 2007 hasta bajar este escalón de bienestar social y pasar a formar parte de la clase baja, según un estudio que publicó la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) que radiografía la distribución de la renta en España y el efecto de las políticas públicas entre 2004 y 2013. El informe pone cifras a numerosas consecuencias de la crisis en la sociedad española. La principal causa que explica aumento de la inequidad de ingresos es el desempleo y la precariedad laboral. Según el estudio de la Fundación BBVA y el Ivie, el mercado de trabajo es responsable del 45% de la mayor inequidad que se ha dado durante la crisis. La renta disponible de los hogares se ha hundido un 20% desde 2007. Cuánto más bajas son las rentas, mayor es el impacto negativo que han sufrido. En estos estratos, las políticas públicas juegan un papel clave, ya que las transferencias desde la Administración, ya sea en pensiones, ayudas de paro o servicios gratuitos, suponen en torno al 70% de sus ingresos.

En los primeros 80, con la llegada de la democracia, se alcanzó un empate técnico entre los que se consideraban de clase media (casi el 40% de los españoles) y la clase trabajadora (el 48%). Esa percepción bajó en los años 90 hasta el 20%, y su momento triunfal llegó con el crecimiento económico: en 2007, en pleno boom de la construcción, más del 63% de la población se consideraba a sí misma clase media, según el CIS. Pero a partir de ahí, ese grupo comenzó de nuevo a descender hasta el panorama actual: sólo el 57% de los españoles se engloba en ese segmento, casi el mismo porcentaje que los de clase «trabajadora». En su lugar, se habla ya del surgimiento de otra clase, la de los «vulnerables», según la ha definido el Banco Mundial, o la clase Ryanair, una nueva sociedad de bajo coste en la que el futuro es oscuro e incierto.

Así la Crisis ha golpeado fuertemente a aquellos que mantenían el número de matriculaciones de coches por encima del millon anual a cifra mas cercanas a los setecientos mil en 2011, mientras que hoy vuelve a crecer a 957.000 ¿Quiero eso decir que se está recuperando la economía? Pues sí pero el impacto de los años de crisis 2008 a 2014, no se ha olvidado, cerca de un millón de empresas pequeñas y autónomos cerraron sus puertas y hoy es muy dificil reindustrializar lo desaparecido. El impacto pues además de económico, como hemos visto ha sido cultural y de cultural a político no hay mas que un paso. La aparición de Podemos y Ciudadanos, así como la desmembración de los territorios de España, es consecuencia de esta situación de la que surgen diez clases sociales nuevas .

Las 10 clases sociales basadas en la Clasificación Socioeconómica Europea y el agrupamiento que se hace en 4 categorías (“nueva/vieja clase media” y “nueva/vieja clase obrera”) son . Nueva clase media: I Directivos y profesionales de nivel alto ( 9.5%) II Directivos y profesionales de nivel (14,2%) bajo III Empleados de cuello blanco de nivel alto(13.3%) IV Supervisores y técnicos de rango inferior( 1,3%) . Vieja clase media (pequeña burguesía) V Pequeños empleadores y trabajadores autónomos no agrícola (9.6%) VI Trabajadores autónomos agrícolas.(2,5%) Nuevo proletariado ( 14,7%) VII Trabajadores de los servicios y comercio de rango inferior VIII Excluidos mercado trabajo y parados larga duración . Vieja clase obrera IX Trabajadores manuales cualificados ( 10.1%) X Trabajadores no cualificados (24,4%). Las cosas ya nunca serán como fueron, habrá que buscar soluciones, antes de que los Trump y los Iglesias de la vida nos embelesen con sus populimos de extrema derecha e izquierda.

BERNARDO RABASSA ASENJO. PRESIDENTE DE CLUBS Y FUNDACIONES LIBERALES. MIEMBRO ASOCIADO DE ALIANZA LIBERAL EUROPEA (ALDE), PREMIO 1812. PREMIO CIUDADANO EUROPEO 2013. MEDALLA AL MÉRITO CULTURAL 2015.

Bernardo Rabassa

Presidente de clubs y fundaciones liberales. Miembro asociado de Alianza Liberal Europea (ALDE). Premio 1812 (2008). Premio Ciudadano Europeo 2013. Medalla al Mérito Cultural 2015. Psicólogo social. Embajador de Tabarnia. Presidente del partido político constitucionalista Despierta.

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