Lo que nos gusta eso de no asumir responsabilidades y buscar un culpable. Somos buenísimos en echar la culpa al de enfrente. No sé si forma parte de la mediocridad que nos rodea o porque lo llevamos en el adn. Y es que desde pequeños es un poco así, si nos regañan nunca es nuestra culpa, si suspendemos es culpa del profesor que nos tiene manía, si llegamos tarde es porque algo ha surgido que nos ha impedido llegar a nuestra hora. Y cuando crecemos y empezamos a trabajar, siempre hay otro a quien echar la culpa si algo sale mal. Eso por no hablar de las familias. Entre hermanos siempre tiene la culpa el otro, da igual por lo que sea. En las parejas algo primordial es echarle la culpa al otro, si falta algo en casa, si nos hemos olvidado algo en un viaje, si discutimos, si se rompe algo... siempre la culpa, del de enfrente.
Y claro luego llega un día en el que gobiernas y mandas, pero de verdad, y no vas a asumir la responsabilidad así a la ligera y mucho menos reconocer un error. Eso es incompatible con mandar. Y eso es así hasta en tiempos de coronavirus o precisamente por eso, con más motivo aún. Cuánto más grave es una situación o una crisis menos culpa tiene quien la genera. Por ejemplo, antes de terminar el estado de alarma, los que lo decretaron, nos aseguraron que los “rebrotes eran una muestra de que el control funcionaba”, por eso había que perder el miedo a salir a la calle porque los españoles teníamos que “aprender a convivir con el virus” además había que “reactivar la economía”. Pues nosotros hemos sido obedientes y hemos hecho lo que nos decían desde el Gobierno. Sin darnos cuenta de que era una trampa para echarnos la culpa si las cosas se ponían feas.
Pero ahora resulta que un informe periódico elaborado por el Imperial College de Londres, sobre
“Hábitos de conducta relacionados con la COVID-19”. publicado en Agosto sitúa a España entre los cinco países del mundo mejor puntuados en responsabilidad ciudadana. Pero también somos el país europeo con más contagios, entonces... igual es que la culpa no es solo nuestra. Igual hay alguien por ahí que no está haciendo las cosas bien y tiene que asumir responsabilidades. Igual era una cuestión más de planificar que de improvisar. Igual algo de coordinación entre autonomías, gobiernos locales y gobierno central no era una idea descabellada... ¡Igual!
Y siguiendo con el “a mí que me registren”, llega Page y dice que el 80% de los contagios en Castilla la Mancha son por la “bomba radioactiva vírica que se plantó en Madrid”. Y así mientras le echa la culpa a otro no se habla de los hospitales que hay cerrados o si se han adquirido tests o si se van a contratar a más profesionales sanitarios. Y por supuesto, nada de hablar que durante el estado de alarma Albacete y Ciudad Real eran de las provincias con más casos y más muertes por coronavirus... bueno, igual también era por culpa de Madrid, o de los contagiados que iban como locos sin mascarilla, ¡Ah no! Si ahora que me acuerdo, entonces no eran obligatorias... ¡Todo muy coherente!
En fin, que vivimos en un momento de “sálvese quien pueda porque yo no tengo nada que ver”. Salvo, eso si, que las cosas vayan bien. Si algo funciona es gracias a mí, si algo va mal, es culpa tuya. Por eso mientras haya ciudadanos a quien echar la culpa, los que nos gobiernan están salvados. Esta es la única certeza ante tanta incertidumbre.
Si (
No(
