Súper Belarra

Lo de Ione Belarra me maravilla ¡Qué capacidad! ¡Sabe de todo!

Entiende de economía más que los economistas, de empresa más que los empresarios, de justicia más que los jueces; de leyes más que los juristas, de periodismo más que los periodistas, de vivienda más que las inmobiliarias, de geopolítica más que los estrategas, de diplomacia más que los diplomáticos, de defensa más que los militares...

Ella, que no ha creado ni un solo puesto de trabajo, aunque hay que reconocer que lo de 'colocar' no le es ajeno. Ella que ha ido ascendiendo de la mano de su amiga, heredando su ministerio de su padrino y benefactor. Ella que no ha pagado ni un autónomo. Ella que pasó de trabajar en una ONG a cobrar un sueldo público sin aprobar ninguna oposición. Ella con su entrecejo y su enfado permanente, marca de la casa morada. Ella que habla de feminismo como un cajón desastre en el que cabe cualquier cosa, desde la justicia hasta la paz. Ella que tanto habla de libertades y lo que de verdad le gusta es el intervencionismo. Ella que habla de paz y parece disfrutar del enfrentamiento continuo. ELLA.

Lo que sí es Ione, es psicóloga, por eso no le voy a explicar un síndrome que con toda seguridad conocerá: el “Síndrome de Hubris”. Según he leído, las personas que lo padecen creen saberlo todo y se sienten con capacidad de llevar a cabo grandes tareas. Se denomina así porque Hubris proviene de hybris, un término griego que define un acto en el que un personaje poderoso se comporta con soberbia y arrogancia, que lo lleva a despreciar a otras personas y actuar en contra del sentido común.

No digo que ella esté aquejada de este síndrome, ni mucho menos, lo suyo creo que es más una cuestión de “súperpoderes”. Quien sabe si lo próximo será trepar... por las paredes, claro.