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Para el nene y la nena

Por Gabriel Elorriaga F.
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elorriagafernandezhotmailcom/18/18/26
lunes 01 de mayo de 2023, 11:36h

En otros tiempos, o quizá debería decir en tiempos remotos, había unos vendedores callejeros de juguetitos artesanales que pregonaban: Para el nene y la nena.

Hoy es el Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030 —¡Que optimismo!— quien, sin miedo al ridículo, prepara una Estrategia Estatal de Derechos de la Infancia y la Adolescencia, para los próximos siete años (2023-2030).

Por lo que parece Ione Belarra se siente dispuesta a seguir actuando, con Sánchez o sin Sánchez, como ama de cría de las nuevas generaciones. Para el nene y la nena decían los antiguos vendedores de baratijas.

Ahora habría que decir para el nene, la nena y el neno, dada la diversidad de géneros en la infancia. Lo importante parece que será librar a las criaturas de los patrones “adultocentristas” que sufren, según este departamento ministerial, “todas las personas menores de edad de todos los géneros”. (Que no sabemos a cuántos géneros se refieren).

Estas criaturas o “personas menores de edad” (que a nadie se le ocurra utilizar el diminutivo displicente de personitas) parecen muy contentas cuando los “adultocéntricos” les dicen que ya son mayores. Cada vez que cumplen años los celebran alegremente junto a sus mayores y soplan las velitas de colores sobre la tarta de chocolate sin la menor impresión de estar sometidos a sufrimiento. Más bien les disgusta cuando se les veta cualquier capricho diciéndoles que aún son pequeños.

Convendría decirles que son sujetos activos de derechos en vez de comprarles bicicletas. Cuanto más años cumplen más contentos y más “adultocéntricos”, hasta ser adultos del todo.

Luego viene una larga vida laboral hasta que empiezan a contar los años para la jubilación que solo es motivo de júbilo para quienes se sienten debilitados por la enfermedad o el cansancio pero es motivo de pena para quienes se sienten condenados al ostracismo conservando todas sus facultades.

Superado este trauma llega un tiempo en que soplar las velas, que ya no caben en la tarta y tienen que ser sustituidas por cifras, vuelve a ser una alegría cumplir años porque cada uno más sobre la media estadística es una victoria y más si se ha conseguido vencer al ostracismo y se tienen “personas menores de edad” antes llamadas nietos.

Entonces el nene, la nena y el neno suelen estar contentos de celebrar la fiesta de cumpleaños de sus abuelos sin preocuparse mucho porque ello suponga “patrones patriarcales” que aún deben ser peores que los “adultocéntricos” que según los asesores ministeriales de Belarra.

Nosotros, los que llegamos a edades avanzadas, estamos muy felices de sentirnos patriarcas. Como patriarcas que somos no nos oponemos al “Derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo pleno e integral” de nuestros nietos sino que hacemos todo lo que está en nuestra mano para que sobrevivan a los Gobiernos de coalición indestructible como aquél del que forma parte inquietante pero inseparable Ione Belarra.

Del “asociacionismo no formal” no nos preocupamos mucho porque al ser “no formal” suponemos que será muy secreto, como eran las bandas en que nos organizábamos en nuestra adolescencia vulgarmente llamadas pandillas.

En cuanto a “los procesos de participación institucional de la infancia y la adolescencia en todos los niveles administrativos” son vías tan enigmáticas para el nene, la nena y el neno como para sus papás y mamás.

Hay que suponer que las criaturas deberán conectar con centros de diálogo tan deslumbrantes como los del citado departamento ministerial para enterarse de cuáles son esos “niveles de la Administración” que hay que desear que estén a cargo de funcionarios públicos de un nivel psicológico más prestigioso que el de esa menguante minoría de asesores capaz de tomar en serio las ideas de “Unidas Podemos”. Un regalito ministerial de Pedro Sánchez para hacer lo que le dé la gana con dos ministras marginales que no parecen haber llegado a “adultocéntricas”.

Lo cierto es que el mejor enlace entre el infantilismo, el adultocentrismo y el patriarcado se produce de manera natural en esa unidad de convivencia y formación que se llama familia. La familia no parece estar en un lugar preferente en las teorías del célebre ministerio de Belarra que las clasifica en muy variados formatos que no en el simple y común de hijos, padres y abuelos que conocen la gran mayoría de los españoles, por suerte para ellos.

Es cierto que existen anomalías o deficiencias en una sociedad plural, como demuestra el problema demográfico español de que nazcan menos nenes, nenas y nenos que los deseables para mantener la población en niveles socialmente sostenibles.

Ello nos hace pensar que es precisa una política de defensa de la familia tradicional y real más intensa y menos preocupaciones por su funcionamiento interior que no necesita que venga gente del pintoresco mundo de “Unidas Podemos” a explicarles los mecanismos para que se puedan entender, sin violar derechos entre sí, padres, hijos y abuelos, evitando esos graves conflictos que preocupan al ministerio de Belarra.

Quizás es que son más frecuentes los conflictos entre quienes consideran su “gente” que entre la mayoría de los habitantes de las ciudades y los campos de España.

Gabriel Elorriaga F.

Ex diputado y ex senador

Gabriel Elorriaga F. fue diputado y senador español por el Partido Popular. Fue director del gabinete de Manuel Fraga cuando éste era ministro de Información y Turismo. También participó en la fundación del partido Reforma Democrática. También ha escrito varios libros, tales como 'Así habló Don Quijote', 'Sed de Dios', 'Diktapenuria', 'La vocación política', 'Fraga y el eje de la transición' o 'Canalejas o el liberalismo social'.

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