Seriedad y sucesión

La celebración de la Fiesta del Trono de este año 24 con Mohamed VI como rey de Marruecos marca un punto de referencia por el contenido del mensaje del monarca para el presente y el futuro del país magrebí y una confirmación clara y convincente del papel del Príncipe Moulay El Hassan como heredero ejerciendo funciones reservadas al Rey, pasando revista al destacamento de la Guardia Real, y recibiendo públicamente la lealtad y respaldo de los máximos dirigentes de las instituciones políticas, militares y sociales del Reino.

El Príncipe acompañó a su padre, en el Palacio Real de Tetuán, en la ceremonia de juramento de los oficiales y suboficiales. Después, presidió un almuerzo ofrecido por el jefe del Gobierno al que asistieron los máximos jefes militares. En la ceremonia de pleitesía celebrada el día anterior, representantes de las doce regiones del Reino mostraron su adhesión a la Monarquía.

En su discurso, el rey de Marruecos, Mohammed VI, reivindica la seriedad habitual de los marroquíes de todos los sectores sociales como una pauta de ser, de comportarse, de trabajar y de relacionarse no solo internamente, sino con el exterior, con sus países vecinos y en sus relaciones internacionales. Su discurso con motivo de la Fiesta del Trono que celebra este año el 24 aniversario de su entronización va a quedar como una referencia donde se apela a todos los sectores de la sociedad marroquí a seguir actuando con mayor seriedad si cabe para impulsar el buen nivel de desarrollo y modernización y mantener el buen rumbo para alcanzar horizontes más amplios de reformas y grandes proyectos. El monarca plantea que no se trata de un slogan vacío, ni un nuevo valor figurativo, sino más bien un concepto integrado que abarque un conjunto de principios prácticos y valores humanos. El estímulo de la seriedad permitirá superar las dificultades y los desafíos. Los ejemplos utilizados en su discurso más relevante del año apuntan a ensalzar la identidad nacional con el esfuerzo y la superación que demostraron los jugadores de la selección marroquí de Fútbol en la pasado mundial y relacionado con el deporte, pero con una dimensión política, económica y de colaboración más trascendente, situó el desafío de la candidatura conjunta de Marruecos con España y Portugal para la organización del Mundial de Fútbol en 2030. Una candidatura sin precedentes que une dos continentes y dos civilizaciones para alcanzar mayor cooperación, comunicación y entendimiento. Otro ejemplo sobre creatividad e innovación mencionado por el Rey fue la fabricación del primer automóvil de fabricación marroquí y un prototipo que funciona con hidrógeno. Mohamed VI afrontó los problemas que sufren los marroquíes debido a la crisis provocada por la sequía, por la pandemia y por la inestabilidad internacional que ha obligado al gobierno a otorgar una serie de prestaciones sociales para los menos favorecidos. En este punto, la gestión del agua representa un serio toque de atención para el buen uso de unos recursos que son escasos en el norte de África, pero también en el sur de Europa como bien sufrimos en varias comunidades autónomas españolas. La seriedad representa también un elemento clave en la acción de la diplomacia marroquí en el ámbito internacional para lograr cada vez más apoyos a su propuesta de amplía autonomía para el Sáhara bajo soberanía marroquí. El último caso, el de Israel, que sigue a decisiones en países importantes como Estados Unidos, España, Alemania o Emiratos, entre otros muchos. Así como a la causa palestina. La integridad territorial, la unidad nacional y los valores sociales y religiosos de las familias representan la base de una sociedad más cohesionada. Y una vez más, Mohamed VI tendió la mano de afecto y amistad a los vecinos argelinos, que nunca deben esperar actos hostiles de sus hermanos marroquíes, y ofreció un diálogo sincero y cordial con Argelia para limar asperezas, pero la respuesta argelina ha sido todo lo contrario, insistiendo en tensar la cuerda y en la tensión política y diplomática, que pretende mantener estancada la opción de una solución seria, viable y duradera al conflicto del Sáhara.