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Afines, y no afines

viernes 10 de mayo de 2024, 09:32h

Aunque se dice que Podemos prácticamente ya ha desaparecido del mapa político, no me parece que sea así. Aquel líder del PSOE que no podía conciliar el sueño si tenía que compartir gobierno con Pablo Iglesias, al final le ha comido a éste la tostada y ha hecho propios buena parte de los postulados podemitas, hasta el punto de que días pasados, en plena campaña de las elecciones catalanas, miembros del PSC gritaban jaleándolo aquello de “¡Sí se puede… ¡Sí se puede!”. ¿Hay quién dé más?

Pero eso es pura anécdota. No, sin embargo, la lucha frontal planteada contra medios de comunicación y jueces, avalada además en el primer caso por un buen número de periodistas afines, que han firmado recientemente una carta inaudita, impensable hasta hace muy poco tiempo, en la que levantan también un muro contra sus propios compañeros de profesión únicamente porque defienden postulados diametralmente opuestos a los sostenidos por ellos, el sanchismo y sus huestes (por supuesto, también periodísticas…), que lo sostienen.

Al parecer, a los firmantes no les importa nada que se proceda, incluso, al cierre de medios que ellos llaman “fascistas” (ahora todo el mundo es “fascista”), por el mero hecho de no situarse al lado del poder. No sé si estos colegas han olvidado el contenido del artículo 20 de la Constitución de 1978, hoy por hoy vigente todavía en este país, que consagra la libertad de expresión y de opinión, y ellos –visto lo visto–, parece que se sienten más cómodos con un partido único, una sola voz, una sola opinión.

Mucho me temo que todos esos firmantes del manifiesto van a tener que seguir aguantando a ciertos periodistas independientes que no les gusta estar bajo el paraguas de ningún partido y que a lo único que aspiran es a seguir teniendo la posibilidad de ejercer con libertad su profesión y sus derechos fundamentales marcados en la Constitución, y entre los cuales y primordialmente para los periodistas, están los de información y los de opinión. La que siempre hemos conocido como libertad de prensa, que es el pilar fundamental de cualquier país democrático. Y, si piensan que algunos se pasan de la raya, ahí están los tribunales de justicia para discernir si se vierten o no injurias y calumnias contra los políticos y el resto de los ciudadanos y, en consecuencia, decir cual de las dos partes tiene razón…

Para asegurar la jugada lo mismo están pacientemente esperando a que el “supremo líder” haga una nueva jugarreta legal y (¿de quién depende la fiscalía, de quién depende…?), para que también los jueces de este país estén bajo la tutela y la vara de mando de Moncloa.

Ya hemos visto como Sordo y Álvarez, bien huntados por la señora vicepresidenta segunda, proclaman públicamente por ahí que hay que matar de una vez a Montesquieu porque así le parece al “puto amo”, como algún ministro llama a Sánchez. Por eso vuelve a hablarse de nuevo de un concepto que también rescató del olvido Pablo Iglesias, el Low fare. Va a resultar que el exlíder de Unidas Podemos se ha constituido en el asesor de cabecera in pectore del presidente melodramático y enamorado.

Entre tanto, quedamos a la espera de un nuevo día en el que puede que Sánchez vuelva a practicar esos “cambios de opinión”, que es como ahora llama a las mentiras documentalmente certificadas por la prensa escrita, audiovisual y por esas webs, como llama también a los periódicos digitales no afines. Porque, no nos engañemos, esa es la única condición indispensable para que un periódico digital deje de ser una web en Moncloa, y pase automáticamente a convertirse en un moderno diario digital. Para entonces -ya lo verán-, también RTVE, la SER o El País, entre otros medios afines, cambiarán también de opinión.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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