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Desprestigio

sábado 31 de julio de 2021, 11:24h

El hasta hace muy poco prestigioso Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ya no es lo que era. Y, casualidad de casualidades, ha dejado de serlo justamente cuando la opinión pública ya no conoce este organismo sólo por sus siglas sino también por la vinculación clara y directa de quién parece haberse apropiado de él con el único y espúreo fin de ayudar a su señorito, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Así ya nadie se refiere al CIS, a secas, sino al CIS de Tezanos. Una forma sintética e ilustrativa de afirmar que no importa tanto conocer la realidad de los estados de opinión a través de encuestas periódicas como hacer que esas encuestas acaben reflejando la realidad a la carta que le gustaría a su jefe y amigo presidente.

Estas encuestas persiguen conocer lo que los expertos llaman la verdad estadística y, si uno no juega a hacerse trampas en el solitario, esa verdad no tiene porqué coincidir con lo que piensa o sospecha quién está haciendo el trabajo. Pero José Luis Tezanos, presidente del CIS y exmiembro de la ejecutiva del PSOE, no quiere dar la oportunidad a que la realidad le amargue el desayuno al presidente de verdad, al del gobierno, Pedro Sánchez, y por eso cocina los resultados que sabe que le gustaría descubrir a este.

Algo así como lo que pasaba en el cuento de La Cenicienta:

  • Espejito, espejito maravilloso, ¿quién es el político más guapo de toda España?

Pero si la pregunta es convenientemente formulada, puede inducir a los encuestados a dar la respuesta que el señor Tezanos anda buscando. Por ejemplo:

  • ¿Es Pedro Sánchez el más simpático y apuesto de nuestros políticos?

La cuestión no es otra que la de buscar siempre dar un resultado pintón a sus compañeros de partido. Lo malo es que prácticas como esta lo que inducen a pensar al ciudadano, es decir, al electorado, es que parece que al señor Tezanos lo que de verdad le gustaría es que hubiera un partido único, el suyo, el socialista.

El caso es que, como por sus aciertos los conoceréis, el CIS de Tezanos se está llevando elección tras elección batacazos incontestables, al menos por lo que a los resultados que hace públicos se refiere. Y digo esto porque, a lo mejor, una cosa es la que publica y otra la que traslada a su líder y amigo Pedro Sánchez.

Sorprende, al menos, ver cómo en las encuestas, generalmente hechas por encargo desde los diversos medios de comunicación, el PSOE va en picado desde que Sánchez accediera a la presidencia del gobierno, especialmente tras lo que el ciudadano percibe como una nefasta gestión de la pandemia con sus consecuentes latigazos económicos, mientras que el CIS de Tezanos –erre que erre-, no para de concluir en que su partido no deja de subir y subir. El último barómetro del CIS, por ejemplo, llevado a cabo en los primeros días de julio de este año y hecho público a mediados, según Tezanos, impulsa al PSOE tras la crisis de Gobierno y eleva su ventaja sobre el PP hasta los 5,2 puntos, al tiempo que Podemos y Ciudadanos empeoran sus resultados. Por el contrario, otro reciente sondeo de GAD3 (la empresa de Narciso Michavila, enemigo público número 1 de Tezanos), para el diario ABC realizado aproximadamente en las mismas fechas, sitúa al PP por encima del 31% del voto y a los socialistas seis puntos por debajo y a una enorme distancia en diputados. En concreto, y según este otro sondeo, los populares llegan al 31,1% de intención de voto y tendrían 139 escaños, superando la cifra que lograse Rajoy en la repetición electoral que vivimos en 2016.

Los de Pablo Casado mejoran en seis décimas y un diputado respecto al anterior sondeo de GAD3, publicado en mayo tras las elecciones en la Comunidad de Madrid y que fue el primero que marcaba un clarísimo vuelco político también a nivel nacional.

Podría poner muchos más ejemplos de errores del CIS, posiblemente intencionados, a la hora de analizar previamente la intención de voto de los ciudadanos. Quizás Andalucía, Galicia, País Vasco y Cataluña hayan sido los más claros tras el más rotundo, el del pasado 4 de mayo en la Comunidad de Madrid. Durante la campaña, las principales empresas encuestadoras apuntaban sin duda al PP y a Vox por encima de socialistas, podemitas y Más Madrid. El CIS, sin embargo y, por el contrario, colocaba a la izquierda dos puntos por delante en su último sondeo. Los resultados finales dieron que la suma de PP y Vox superaban en 12 puntos

Y hasta aquí quería llegar para ir apuntando ya alguna conclusión: No se explica -al menos con el sentido común-, que el presidente del gobierno se retirase de la primera fila política en plena campaña madrileña y dejase al candidato Gabilondo a los pies de los caballos frente a Isabel Díaz Ayuso. Si tan claras estaban las proyecciones de voto en favor de los socialistas, ¿por qué se retiró radicalmente Sánchez del escenario político madrileño? No quiero pensar que Tezanos mandase a Moncloa una segunda y más ajustada versión de sus sondeos que, seguramente, apuntasen en dirección contraria, es decir, en la misma que las de los demás y que, en función de ellos, el presidente Sánchez decidiese, sobre la marcha, hacer mutis por el foro para no mancharse con los catastróficos resultados finalmente obtenidos por su partido.

Lo peor, sin embargo, no es eso, sino la utilización sectaria, permanentemente sesgada y en favor del partido, de un organismo público como el CIS.

Y, para terminar, traigo aquí unas palabras que extraigo de un interesante reportaje publicado en un diario nada sospechoso de atacar a la izquierda, EL PAÍS (9/05/2021), en el que textualmente se afirma lo siguiente: “EL PAÍS ha preguntado a 14 expertos de referencia y casi todas las opiniones son severas, con una preocupación común: el daño a la reputación de la institución. Un análisis de este diario de los trabajos del CIS constata dos hechos: sus pronósticos se han equivocado más de lo normal y siempre lo han hecho con un sesgo a la izquierda”.

Si le queda algo de decencia, Señor Tezanos, debería marcharse cuanto antes de la presidencia del CIS. De otro modo, sigue haciendo un flaco servicio a Pedro Sánchez, al PSOE y, lo que aún es mucho peor, a España.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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