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Jugar con fuego

jueves 25 de abril de 2024, 08:58h

Venimos señalando en los últimos tiempos la tendencia casi patológica y, desde luego, muy peligrosa de Pedro Sánchez por añadir crispación constante a la vida política y social de este país, haciendo incluso un uso sistemático de la mentira, de la utilización de los medios públicos y, llegado el caso, hasta de recursos alegales para contrarrestar el enorme peso que está teniendo ante la opinión pública el caso Ábalos, Koldo, y demás colegas afines del partido en sus diversos ámbitos, como paradigma de esa corrupción contra la que el presidente decía que iba a luchar a brazo partido nada más ocupar el sillón de la Moncloa y que ahora –paradojas de la vida-, le persigue bien de cerca.

Estos mismos días el ensayista, historiador y catedrático de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid, Antonio Elorza, publicaba en Theobjetive.com un artículo bajo el título de “Me gusta la fruta” (26/03/2024), en el que, negro sobre blanco, y en una crítica feroz contra el presidente del gobierno, venía a decir que “El Estado es un instrumento totalitario al servicio de Pedro Sánchez”, para ejemplificarlo a renglón seguido en una afirmación aún más contundente si cabe, “La lógica de actuación de Pedro Sánchez es la del jefe de una organización gansteril, dispuesto en todo momento a eliminar a la organización rival que le disputa el territorio”.

Vaya por delante que la trayectoria intelectual y política de Elorza está mucho más cercana a los postulados de la socialdemocracia o el comunismo clásicos que a los de la derecha que hoy representa el Partido Popular (PP) y que, además, y por confesión propia, no siente ninguna simpatía política por Isabel Díaz Ayuso. Pero, claro, el demócrata convencido y el intelectual honesto no puede dejar pasar situaciones y circunstancias que no entran precisamente en el campo de la llamada últimamente excelencia democrática sino, más bien, en el contrario.

Por otra parte, y casi de forma simultánea, Pedro García Cuartango establecía en ABC (25/03/2024), ciertos paralelismos históricos entre la situación que vive la España de hoy con la de la España de los meses previos al estallido de la Guerra Civil, que vio la dimisión del presidente del gobierno, Portela Valladares tras las elecciones de febrero de 1936, su sustitución por Manuel Azaña por parte del presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora.

Entonces de nada sirvió la llamada a la moderación por parte de Azaña a las masas integrantes del Frente Popular que derivaron en algarabías, asaltos, asesinatos políticos y apertura de las cárceles y que, más tarde, en julio de ese mismo año, concluyó en el alzamiento de los militares contra la II República, con las consecuencias nefastas que todos conocemos.

Para García Cuartango, la semejanza de lo que hoy vivimos en España con aquel periodo, “reside en ese ambiente de cainismo y de inquina, de odio y de intolerancia, que mina la convivencia y genera una tensión social artificial”. Y el articulista concluye en que “la confrontación no va a derivar en una guerra civil, pero sí va a dejar una tierra arrasada en la que costará mucho que algo crezca”.

Atisbos de esperanza

En este ambiente tan hostil, que a veces incluso se hace irrespirable, hay noticias que traen un aire fresco a la actualidad cuando, en una situación de normalidad (digámoslo así), debieran pasar absolutamente inadvertidas. No lo hacen precisamente por la singularidad, por lo chocante de su materialización. Me refiero al anuncio que hemos conocido a través del Diario de Almería que ha publicado la feliz, y en estos tiempos casi increíble, noticia de que una política del PP se casará en junio con otra del PSOE en estos tiempos de polarización. Será, sin duda, la boda del año que oficiará la alcaldesa de Almería, también del PP. Aunque ambas futuras contrayentes (en torno a la cincuentena), han llevado con una envidiable discreción sus relaciones personales, no nos resistimos a subrayar aquí sus nombres por lo ejemplar de su iniciativa. Se trata de Sonia Ferrer Tesoro, exdiputada socialista, y María del Mar García-Lorca, concejal del PP de Almería.

Parece ser que ni una ni otra han ocultado nunca sus relaciones ni en el ámbito familiar ni en el político. Si la primera parte no resulta sorprendente, tal y como están las cosas, la segunda es, por lo menos inhabitual, y que las ejecutivas de ambas formaciones políticas rivales no les hayan amenazado con alguna sanción, o reprimenda política para intentar abortar su iniciativa. ¡Menos mal que al menos en el tema del amor el sentido común no ha saltado también por los aires!

Las diferencias políticas, y menos aún en el siglo XXI, pueden y deben ser motivo de reflexión, de controversia, de diálogo conjunto, pero no de enfrentamiento cainita, o de odios a golpe de consigna. Tengo varios amigos y amigas de izquierda radical, a los que jamás han incomodado mis ideas, muchas veces tan lejanas a sus postulados, para socavar nuestras relaciones de amistad. Otras, sin embargo, sí. Y bien que me duele. Pero, está claro, uno no puede renunciar a expresar lo que piensa y lo que siente porque tiene exactamente el mismo derecho a hacerlo que aquellos que piensan y sienten exactamente lo contrario que uno. Pero eso de echar leña al fuego puede acabar de la peor forma posible, y hay que desterrarlo cuanto antes de la práctica política.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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