Sorprendentemente para mí, el presidente narcisista ha decidido que todos los seres humanos del planeta tierra -de momento porque su ego es sideral- que no opinen como él, exactamente como él y en el preciso momento en que él cambia de opinión sobre cualquier cosa, son parte de la fachosfera.
El palabro es fácil, un insulto para descalificar al rival político y a cualquiera que se muestre crítico con él. Por ejemplo, ahora los agricultores, un millón grosso modo, son también fachosfera. Todos ellos, un millón. Vaya homogeneidad más rara.
Resulta raro, sin embargo, cuando uno ve que por lo menos doce de los diputados que apoyan a este hombre podrían estar de pleno derecho en esa fachosfera, los cinco del PNV y los siete del Patio de Monipodio que conforman Puigdemont y su banda. Estos seguro, ya que son de derecha unos y de ultraderecha los otros. Luego nos queda la disquisición sobre los racistas y supremacistas ERC y Bildu, catorce y cinco diputados respectivamente.
Todos, si le apoyan, son progresistas. Por ejemplo, es progresista que el fiscal general del estado sea el abogado defensor de un traidor, golpista, terrorista y cobarde fugado de la justicia. Y es fachosfera el CGPJ, la Audiencia Nacional y la Junta de Fiscales del Supremo. O, por ejemplo, es fachosfera señalar la ignominia de malbaratar las institituciones del estado -el Tribunal Constitucional, la presidencia del Congreso, la Fiscalía, la Caja Única de la SS, la Hacienda Pública e, incluso, la Constitución-, y es progresista apoyar a Hamas, regalar el Sahara occidental a Marruecos e insultar oficialmente a los presidentes de Argentina, El Salvador e Israel.
O, por ejemplo, es fachosfera ser votante del PP y hasta de Izquierda Española; es fachosfera la disensión, aunque te llames García Page, seas del PSOE y ganes elecciones, no como otros y no miro a nadie pero aquí huele a loser guaperas. Y es progresía chuparle el culo al asesino a distancia y dictador Salman bin Abdulaziz.
Es progresista arrodillarse ante Mohamed VI e insultar a nuestro propio rey a poder ser en la misma frase; es progresista que los ministros lleven en la solapa la bandera de Palestina pero es fachosfera ser español y lucir la bandera en un balcón, en una pegatina en el coche, en un insignia o, lo peor de lo peor, en unos tirantes.
Es progresista burlarse, reírse e insultar a cualquier rival político en cualquier tribuna -periódicos, radios, televisiones y, claro, tribuna del Congreso- sin siquiera debatir las ideas o las propuestas del otro porque debatir es, simplemente, fachosfera.
Es progresista cagarse oficialmente en el cristianismo y, al tiempo, crear la clase de religión islámica en la enseñanza pública. Es fachosfera ser heterosexual, casado y con hijos, como el propio presidente, pero es progresista ser maltratador musulmán, cambiar el sexo original con medicación a partir de los ocho años solo porque el niño se ha puesto los tacones de mamá y el collar de perlas de la abuela, o alentar la llegada de pateras a Canarias al grito buenista de son pobres y negros y olvidar que hay leyes nacionales y europeas que hay que cumplir aunque seas pobre y racializado (es fachosfera decir de color).
Es progresista decir que las matemáticas son fachosfera y que deben ser feministas (sic) e integradoras (resic). Es fachosfera decir que los estudiantes españoles son malos de pelotas en matemáticas, física, comprensión lectora, geografía, lengua y, por supuesto, English y que es necesario reconsiderar el esfuerzo y la memoria como materiales esenciales en el aprendizaje.
Es progresista que los profesores no sepan hacer la O con un canuto pero que sean buenas personas veganes y resilientos, que se vayan de copas con sus alumnos, les enseñen a cascársela desde los diez años y a jugar al cambio de sexo travistiéndose en clase, y es fachosfera decir que por ahí vamos mal.
Es progresista estar aborregado, odiar una mascletá en Madrid y el mismo día aplaudir el Año nuevo chino (Rita Maestre); es progresista quemar la bandera nacional, tomar el aeropuerto con intención de detener el tráfico aéreo, repartir dinerito público entre los CDR para que quemen Barcelona, apreteu, apreteu, y golpear y atacar con molotovs a la guardia civil. Y es fachosfera decir que no existe el terrorismo humanitario, que amnistiar a los que pretenden hundir España es un error y que hacerlo para comprar el gobierno una indignidad.
En fin, ser idiota es progresista, ser sensato es fachosfera. ¿Y quiénes conforman la tontosfera, señor Oscar Puente, ministro todero, mamporrero, de todo sé y de nada entiendo?
Si (
No(
