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La campana del leproso

lunes 30 de marzo de 2020, 07:44h
Estaremos confinados hasta pasada la semana santa. Si todo va bien, la curva de saturación del sistema sanitario se habrá aplanado. Además, tras un total de entre cuatro y seis semanas de encierro podremos suponer que el virus no se ha expandido. Por supuesto, la economía.

Saldremos a la calle. Volveremos a los trabajos, a los bares, hará buen tiempo, chiringuitos, vacaciones, turistas; la normalidad de la primavera y las ganas de exceso tras la cuarentesma. Pero.

Resulta que la tasa de infección de nuestros sanitarios es la más alta en comparación con China, Italia e Irán. La conclusión es que se contagian mientras curan a los contagiados. A nuestros valientes soldados de infantería les falla la caballería: el aprovisionamiento adecuado de material de protección, no están equipados adecuadamente. Entiendo las dificultades, pero también conozco el poder del estado: este problema nunca debió existir y un día habrá que explicarlo.

Resulta también que una vacuna no estará lista hasta dentro de 18 meses (Bill Gates, 27/03/2020) y que no hay suficientes pruebas covid 19 para hacer un testeo supermasivo que nos permitiera aislar a los afectados. El testeo generalizado es necesario, especialmente cuando ya algunos países (EEUU) quieren levantar la cuarentena el 10 de abril. Los gobiernos deberían insistir en esta prioridad: la experiencia de Corea de Sur ha demostrado ser muy eficaz. También es lo que implora desesperado el director de la OMS Tedros Adhanom.

Es irresponsable reanudar la vida sin haber avanzado en nuestra capacidad de detección del virus de forma rápida y masiva. Diez personas que contagien a otras dos cada día habrán expandido el virus a 22.000 en una semana. Y Tendremos unos trescientos muertos en quince días. Liberar a la población con el riesgo de infectar a padres, abuelos, amigos es una responsabilidad enorme individualmente. Si tu padre, tu abuelo, tu hermano muere porque le contagiaste tú cuando volviste a trabajar tras la cuarentena… ¿quién asume eso?

Todo esto es sabido, así que pienso que nos vamos a quedar confinados bastante tiempo y que ya estarán buscando cómo hacernos la prueba a un montón de ciudadanos. Y el gobierno hará cuanto esté en su mano para prolongar al máximo el encierro. Es decir, hasta que los poderes económicos digan basta, porque como es bien sabido, los humanos no podemos vivir sin la economía, pero la economía sí puede vivir sin los humanos.

La peor parte la llevarán los países emergentes. En el hemisferio norte, si los gobiernos han hecho sus deberes, viviremos un paréntesis de dos a tres meses y podremos volver a la normalidad, aunque a una “normalidad” rara. Pero en Pacífico Sur, en Latinoamérica, en África, no estarán listos porque ya hoy día no lo están: Los sistemas sanitarios son precarios, el número de UCIs y respiradores es muy pequeño, y gran parte de su gente vive en chabolas ilegales en zonas insalubres. Su mejor oportunidad -y la de todos- es confiar en que los que para entonces estemos a salvo les echemos una mano sin contrapartida. A fin de cuentas, somos el mismo mundo. Pero.

Al hemisferio sur se acercan el otoño y el invierno, con el consecuente aumento de la gripe común, buen caldo de cultivo “climático” y existe el riesgo cierto de que se fusione con otro virus y se fortalezca. El Covid 19 se ha extendido por todo el planeta lo que va a generar muchas y distintas mutaciones del virus, pues su ARN es una especie de donante universal que puede acoplarse al ADN o ARN de una célula sana o de otro virus.

Y con este panorama, con Alemania negando al mundo material de protección sanitaria y Europa dejándonos tirados al sur de Europa, ¿cerraremos las fronteras con los países emergentes? ¿Estableceremos controles de Seguridad Sanitaria en aeropuertos, puertos, puestos fronterizos y hasta por la calle de manera sorpresiva y aleatoria contra los apestados? Los que viajen desde el Maldito Sur al Privilegiado Norte, ¿habrán debido pedir una Visa Sanitaria o un Certificado de Limpieza Viral? ¿Llevaremos una campana como los leprosos en la edad media?
Va a ser una normalidad muy rara.
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