Pogromo y antisemitismo 3.0

Por algún motivo extraño que no alcanzo a entender, una parte importante de la humanidad odia a los judíos. Cito a Ernesto Sábato: “el antisemita dirá sucesivamente -y aún simultáneamente- que el judío es banquero y bolchevique, avaro y dispendioso, cerrado en su gueto y metido en todas partes. [...] La judeofobia es de tal naturaleza que se alimenta de cualquier manera. El judío está en una situación tal que cualquier cosa que haga o diga servirá para avivar el resentimiento infundado contra él. Apologías y rechazos, 1979

El 7 de octubre pasado se produjo un pogromo en Israel que asesinó a 1.503 judíos. Un pogromo es (RAE) Masacre de judíos aceptada o promovida por el poder.

La historia está repleta de pogromos (Frankfurt 1621, Odesa 1859, Chisinau 1903, Buenos Aires 1919…) que dejaron decenas de miles de judíos torturados y asesinados por turbas antisemitas inopinadas o teledirigidas con el único fin de exterminarlos.

El 7 de octubre 2023, mientras los judíos celebraban el fin de Sucot, la fiesta de los Tabernáculos, Hamas disparó 5.000 misiles contra Israel y envió 3.000 comandos exterminadores en camiones, motocicletas y parapentes. Los terroristas de Hamás asesinaron a 1.503 judíos, bebés y ancianos incluidos; capturaron 133 rehenes tras sucesivas razias en el sur de Israel y violaron a docenas de mujeres de entre 11 y 75 años. Era sabath y fin de sucot.

En los últimos días, las universidades estadounidenses de la Ivy league, las universidades españolas (el antisemitismo de la UAB ha sido atroz y por escrito) y hasta Eurovisión están bajo los efectos de un Auto de Fe medieval contra los judíos al grito miserable de Jews go back to Poland (En Polonia estaban los campos de extermino Chelmno, Belzec, Sobibor, Treblinka, Auschwitz-Birkenau y Majdanek).

Incluso el 5 de mayo, Yom haShoa, el día que se conmemora el exterminio programado de seis millones de judíos solamente por ser judíos, hubo activistas imbéciles que se fueron a las puertas de Auschwitz y Matthausen con pancartas antisemitas y luciendo la ignominiosa estrella amarilla con que los nazis obligaban a los judíos a identificarse en tiempos de Hitler. Debieron detenerlos, pero nadie hizo nada salvo selfies.

El 9 de mayo una treintena de energúmenos en Bélgica, estudiantes universitarios cubiertos con kefiyyeh rojos y armados con palos y antorchas, impidieron la entrada de profesores y, ojo y atención, golpearon a los estudiantes judíos solo por ser judíos. El mismo día, en Malmö, Suecia, un enjambre de basiliscos teledirigidos por Hamas y la Autoridad Palestina exigió la expulsión de Israel de Eurovisión con palos y bengalas y el mismo día las universidades españolas expulsan a Israel de sus acuerdos científicos.

Durante milenios se ha perseguido a los judíos solo por ser judíos y nadie se escandalizó. Si cambiaras judíos por negros, gitanos o moros en la frase anterior habría una cascada de jefes de estado y gobierno realizando declaraciones pomposas contra el peligro racista, pero con los judíos todo vale, hasta el salvajismo antisemita.

Durante la edad Media y hasta el Renacimiento, millones de judíos fueron expulsados de Inglaterra, Francia, Italia, Países Bajos, Polonia, Alemania, Austria y España. Y seguimos así hasta hoy, pasando por la infamia de los nazis de la que todos los europeos somos en cierta manera corresponsables. La principal diferencia entre los pogromos hasta 1947 y el del 7 de octubre es que aquellos eran para expulsar a los judíos de sus países de origen y este ha sido para expulsarlos del país que se les otorgó para que no molestaran más, su propio país.

Como europeo, como demócrata y como defensor de las libertades esenciales, no puedo asistir impasible ante el crecimiento exponencial del antisemitismo que estoy viendo por todas partes. Ya no es que se ataque, otra vez, a un pueblo entero solo por el hecho de serlo, es que en este caso concreto se trata de un país con democracia homologada y de calidad (más que la nuestra) defendiéndose contra una banda terrorista y asesina que esconde misiles, lanzagranadas y bombas incendiarias en las guarderías y los hospitales para usar a los más débiles como escudos humanos.

Esta banda terrorista, en el preámbulo de su carta fundacional dice textualmente “Israel continuará existiendo hasta que el Islam lo destruya”, y más adelante, en su articulo 7 “El Día del Juicio no llegará hasta que los musulmanes no luchen contra los judíos y les den muerte”. Y en el 15, “Exterminar a los judíos es Yihad y obligación individual de todo musulmán.”

Y, finalmente, dejo aquí la opinión de los terroristas gazatíes sobre los acuerdos internacionales: “Las iniciativas de paz, y las llamadas soluciones pacíficas y conferencias internacionales contradicen los principios del Movimiento de Resistencia Islámica. Estas conferencias son sólo un medio para designar infieles como árbitros en las tierras del Islam. No existe ninguna solución al problema palestino sino por medio de la Yihad.” (Artículo 13).