Ayer me llevé una gran alegría. En días de mucha turbulencia, es hora de valorar a las personas, los compromisos y la cultura del esfuerzo; y eso es lo que para nosotros significa que los actores y actrices de la película “Campeones” hayan sido elegidos para encender el alumbrado navideño de Madrid. Han sido ellos y ellas, personas con discapacidad, quienes ponen luz, color y cariño a la capital de España.
Es un gesto importante y como tal lo valoramos, por lo que significa de visibilizar nuestra realidad, como también hacemos con las palabras del nuevo ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, quien, en su toma de posesión se comprometió a profundizar en la plena protección de los derechos de las personas con discapacidad y reiteró su intención de lograr que se reforme el artículo 49 de la Constitución, que nos identifica como “disminuidos”.
No somos mejores que nadie, solo queremos ser “personas con discapacidad” muy capaces. Y por eso aspiramos a ese cambio constitucional, largamente perseguido y hasta con un acuerdo con todas las fuerzas políticas de la anterior legislatura. Pero, eso sí, nos gustaría que nuestra reivindicación, absolutamente legítima puesto que hablamos de personas, no se mezcle con otras cuestiones.
Por eso, ahora que el nuevo ministro de Derechos Sociales asume ese compromiso como propio, nos sitúa de nuevo ante la oportunidad de conseguir un gran consenso político al que están llamados todos los grupos parlamentarios, demostrando que la discapacidad ha sido siempre un punto de encuentro en contextos políticos complejos.
Ahora bien, hemos vivido superándonos durante cuarenta y cinco años con la actual denominación en la Constitución y, de eso, no comemos, lo hacemos de nuestro esfuerzo y de nuestra capacidad. Por eso pedimos que no nos utilicen y que, sobre todo, nos respeten. Somos 4,5 millones de ciudadanos en España, casi ochenta y cinco millones en Europa, a los que hay que sumar sus familias y entornos cercanos. Somos personas a las que nos ha tocado vivir con una discapacidad, una realidad tristemente creciente día a día por las malditas guerras y las pandemias.
Desde 1977, año en el que llegó la democracia a España, las cuestiones sociales en los diferentes gobiernos acumulan 28 ministros y ministras, a razón de apenas año y medio de duración por cada titular de esta “cartera social”, lo que denota, a nuestro juicio, una triste falta de continuidad que incide directamente en el desarrollo de las políticas sociales, que son las que importan y las que necesitan las personas, especialmente las más vulnerables. Necesitamos más compromiso de todos los gobiernos y sobre todo, mucho respeto.
Pero seamos positivos y no perdamos la ilusión que se esconde en muchos gestos. Bienvenida a las “luces” de Madrid, encendidas por un grupo de “capaces”.
Llega la Navidad, disfruten de estos días y sosiéguense.
Si (
No(
