La resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas avala el plan de autonomía para el Sahara bajo soberanía marroquí como la solución viable, creíble y duradera de un conflicto que dura ya 50 años.
Una solución que se va a negociar en el marco de la ONU y ninguno de los actores implicados como Argelia y el Frente Polisario van a poder resistirse, ni poner condiciones previas.
La votación resulta contundente y expresa la clara voluntad internacional, incluidas las grandes potencias como Estados Unidos, China y Rusia de emprender la ronda negociadora final con el plan de autonomía como base de discusión. El momento histórico que supone la decisión de la ONU implica el comienzo de una etapa definitiva que reconoce de hecho al Sáhara marroquí y proporciona respaldo jurídico internacional a una realidad que se vive en las provincias del sur de Marruecos desde el proceso que abrió la Marcha Verde hace 50 años. En estos momentos se valoran decisiones clave tomadas por el rey Hassan II y por su hijo, Mohamed VI, con un planteamiento sólido y argumentos que han demostrado la validez de la posición marroquí sobre el Sáhara y que ha sido respaldada por más de 120 países de todo el mundo.
En esa estrategia brillante y con resultados tan positivos gracias a la campaña diplomática encabezada por el propio Mohamed VI, apoyada en todo el estado marroquí y ejecutada por el ministro de Asuntos Exteriores, el Rey va un paso por delante y deja el tiempo justo para celebrar el cambio histórico en la ONU y abordar los pasos siguientes en una fase calificada como de transformación. Reconoce el valor del apoyo de las principales potencias económicas al estimular su inversión y comercio con las provincias del sur marroquíes, incluyendo a España, detalle muy a tener en cuenta. Señala el polo de desarrollo y estabilidad de un núcleo regional donde se encuentra también el Sahel y encamina a una nueva fase decisiva a nivel internacional con los principios y pilares susceptibles de hallar una solución política definitiva a este conflicto.
En este contexto Mohamed VI plantes varias cuestiones clave. Marruecos va a actualizar y desarrollar la iniciativa de autonomía para presentarla a la ONU y sirva de única base de negociación. Vuelve a tender la mano de la reconciliación a los hermanos que viven en los campamentos de Tinduf para que regresen y, reitera el llamamiento al presidente de Argelia para recuperar las relaciones sobre la confianza y los vínculos fraternales y de buena vecindad. El mismo día de la victoria, Mohamed VI da pasos para ganar el futuro.
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