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Un perito de violencia de género, denunciado por odio a las mujeres
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(Foto: Pixabay)

Un perito de violencia de género, denunciado por odio a las mujeres

viernes 01 de diciembre de 2017, 11:34h

Hemos conocido la noticia de que un perito psicólogo adscrito a un juzgado de violencia de género ha sido denunciado por varias mujeres.

Las organizaciones afirman que el psicólogo forense incurre en un delito de odio en base al género, ya que en los informes que emite en juicios por violencia de género y por abusos sexuales desacredita el testimonio de las mujeres y de sus hijos e hijas basándose en prejuicios y estereotipos de género, como que las mujeres manipulan a sus hijos e hijas para dañar a sus parejas o ex parejas.

En este tipo de casos, es necesario valorar lo que ocurre en los juzgados y en la práctica de informes periciales adscritos al juzgado. En la actualidad, hay una cantidad de retrasos y hacinamiento to de procedimientos que para los peritos adscritos al juzgado es demoledor. En base a esto, nos preguntamos por qué no derivan a otros profesionales con el fin de agilizar trámites y disminuir el malestar de las víctimas.

Si bien, en la mayoría de las ocasiones se desacredita la labor de un perito de parte por ser de "parte", dónde queda la actuación profesional de los psicólogos adscritos al juzgado tras esta denuncia.

Hablando de manera genérica, todos los peritos, sean de parte o estén adscritos al juzgado, estamos en la obligación legal de ser objetivos y realizar una evaluación minuciosa y correcta. Nuestros pensamientos o creencias siempre deben quedar relegados a un segundo plano.

En este juzgado, de violencia en concreto, es aún más importante ser rigurosos en nuestra actuación como peritos. Debemos ser así, por las circunstancias tan devastadoras que narran las víctimas, suponiendo para ellas un auténtico calvario verse sometidas a una prueba pericial de esta índole.

Las mujeres y los hijos que vienen a nuestro despacho, se sienten débiles, con gran incertidumbre, con miedos y en muchas ocasiones reticentes a rememorar lo sucedido por el daño que hace.

Por este motivo, la empatía es algo primordial en todos los casos y aun siendo objetivos, no debemos olvidar nuestra labor como psicólogos. Si por el contrario, deben realizar el peritaje en los juzgados, las víctimas tienen que desarrollar un testimonio, el mismo testimonio, y si tienen una presión por parte del psicólogo forense, que ya tiene adquiridos unos prejuicios, estas víctimas no se verán tranquilas al efectuar el mismo, se verán cohibidas y percibirán en ese perito, una actitud de "no te creo", algo que distanciará a la víctima y por lo tanto, no se conseguirá el fin principal, reconocer la veracidad del testimonio y los daños de la violencia.

Teniendo esto como base, es necesario que se revise el papel tan relevante que llevan consigo los informes periciales en los procesos judiciales. No se debe seguir admitiendo informes desarrollados bajo prejuicios contra las mujeres porque obstaculizan la labor de los jueces y juezas para delimitar la justicia.

Por último, añadir que no es cuestión de evaluaciones de peritos de parte o del juzgado, sino de una buena práctica pericial que aclare a todas las partes interesadas el fin último de la denuncia interpuesta.

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