Sin discurso ético y democrático no se puede ni debe dirigir nada

El pasado martes se constituían las Cortes Generales. José Ramón Beloki era elegido secretario cuarto del Congreso. Recogía el testigo de Emilio Olabarria y de José Juan González de Txabarri que habían sido secretarios bajo las presidencias de Félix Pons y de Federico Trillo. En el senado, el Partido Socialista prestaba una serie de senadores para que el Grupo Vasco tuviera grupo Parlamentario mientras se empezaba a hablar del debate de la semana que viene en favor o en contra de la Investidura de José Luis Rodríguez Zapatero.

Lógicamente esto originaba la crítica del Partido Popular y del mundo que se nuclea políticamente alrededor de ANV porque todo lo que signifique política por una parte y acuerdo con el partido socialista por la otra es obligatoriamente denigrado. No lo es por ejemplo que el Partido socialista pacte con el Partido Popular la devolución de la iniciativa de educación para la paz, como ocurrió el miércoles en el Parlamento Vasco y no lo es que el partido socialista hubiera negociado con Herri Batasuna, ANV o la Izquierda Abertzale sobre los ayuntamientos en los que el gobierno español iba a dejar a ANV presentarse, quien y en qué municipio, se supone que para hacer política y para poder pactar con quien se considerara oportuno. De hecho en Arrasate tras las elecciones del 27 de mayo del año pasado, ANV había pactado con Esker Batua y nadie había dicho nada.

Lo malo como siempre es ETA que lo estropea y envilece todo. El asesinato de quien fuera concejal socialista en Arrasate, Isaías Carrasco, puso lógicamente patas arriba todo el tinglado. Matar por la espalda a un ser humano indefenso es algo tan brutal, salvaje y terrible que no hay manera de describir el hecho y lógicamente eso tiene que tener consecuencias.

¿Qué es lo que se ha hecho menos bien en la gestión de la crisis?. Quizás desconocer el contexto y el tratar a los concejales de ANV de Arrasate como concejales democráticamente elegidos, puestos ahí por el voto popular tras un permiso dado por el partido socialista o el gobierno socialista después de una negociación con ANV y apoyados por Ezker Batua y no por el PNV en ningún momento.

La rueda de prensa de Iñigo Urkullu acompañado por Belén Greaves, secretaria del EBB del PNV y por Joseba Egibar, presidente del GBB del PNV es una buena muestra de cómo un partido con principios y ante la alarma creada es capaz de rectificar, poner las cosas en su sitio, reconocer errores, y asumir la iniciativa de que nadie que no tenga un discurso ético y democrático puede dirigir no solo un municipio sino ni tan siquiera una comunidad de propietarios.

La Sra. Inocencia Galparsoro gobierna un municipio de 21 concejales con siete, por tanto mantiene la alcaldía tolerada por la abrumadora oposición. Y como esta señora a cuenta del conflicto no ha considerado oportuno rechazar el asesinato de un trabajador de su municipio que había sido en un pasado reciente concejal de su propio ayuntamiento, esta señora y sus concejales no pueden dirigir un ayuntamiento donde les de lo mismo si matan una pulga o a un ser humano en las calles, mucho mas, tras el comunicado de ETA donde anuncia persecución, sangre, sudor y lágrimas al colectivo socialista.

Lo que estaba circunscrito a Arrasate se puede extender a toda Euzkadi y quien no condena la violencia sea apartado de la dirección del mundo municipal. Y esto lógicamente con el apoyo irrestricto del PNV como bien anunció este miércoles Iñigo Urkullu. Bien está lo que bien acaba y ojala esta controversia quede ahí y las fuerzas democráticas vascas sepamos por una parte que el enemigo es ETA y quien no condena la violencia y el terror por un lado, y por el otro, aunque no en el mismo nivel, la contumacia en no querer irse al fondo de las cosas y actuar como si ETA no existiera aunque lo que si existe es un problema político que hay que abordar.