Mariano Rajoy sigue enrocado. Este lunes no ha convocado al Comité de Dirección, ni se han anunciado ninguna rueda de prensa – algo que es bastante normal últimamente- ante el temor, según algunas interpretaciones, a que el caso del tesorero “
monopolizara el debate interno creando más tensión de la que ya existe", con las consiguientes
"‘filtraciones’” a los medios.
Por lo cierto es que el 'culebrón' en el que se ha convertido el caso de
Bárcenas ha logrado abrir brechas entre los propios dirigentes del PP.
Ana Mato y
Javier Arenas se han significado por intentar ‘apaciguar’ internamente la situación buscando soluciones que dañen lo menos posible al partido, aunque sin éxito, mientras entre Rajoy y
Cospedal se ha instalado “
cierta tensión” por culpa de la diferencia de criterios que ambos mantienen sobre la estrategia adoptada con el caso. Cospedal es partidaria de que el líder del partido corte de raíz las alas al tesorero, con el que ha mantenido más de una agria conversación a lo largo de estos días, pero Rajoy no mueve ficha, lo que da una sensación de cara a la opinión pública de que “
le tiene agarrado por …ahí”, según la opinión de un destacado diputado popular.
Soraya, “en su burbuja”
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También dentro del grupo parlamentario, según esta fuente, el caso Bárcenas, se ha convertido el un tema ‘tabú’. No se habla del tema y la portavoz,
Soraya Sáenz de Santamaría,
“metida en su burbuja”, se centra en la estrategia parlamentaria que va a mantener el grupo en las próximas semanas ante las próximas convocatorias, como la Diputación Permanente del miércoles que viene, o la del pleno que se celebrará a finales de este mes en el que comparecerá
Zapatero para hablar de economía.
A las últimas reuniones de la dirección del grupo - dos la semana pasada y otra este mismo lunes- ha acudido sorprendentemente
Jesús Merino, otro de los implicados en la trama del caso Gürtel', tras algunos días ‘desaparecido’. Merino, incluso, ha participado en los debates de cómo afrontar los asuntos que atañen al PP como oposición, detalle que no ha pasado desapercibido entre sus compañeros que le ven “
bastante tranquilo” después de pasar un tiempo “
visiblemente hundido”.
Ahora se está a la espera de que tanto Merino como Bárcenas acudan a declarar voluntariamente ante el juez, como ellos mismos han pedido, algo que se espera que hagan antes de fin de mes. Sus declaraciones serán decisivas para que el tribunal decida si se les imputa y se pide al Congreso los preceptivos suplicatorios o no. Todo queda, pues, supeditado a ese momento, que también servirá de señal para que Rajoy por fin se decida a tomar una decisión.
“Habrá más 'pujaltes'”
Pero las provocaciones de Bárcenas, que ha decidido romper su silencio, parece que van a tener un efecto boomerang. “
Cada vez hay más compañeros que le tiene ganas, que están alucinados con su chulería”, aseguran nuestra fuentes, que además vaticinan que la indignación contra ele tesorero “se va a notar esta semana en la que habrá otros ‘pujaltes’ (el primer diputado que ‘invitó’ en voz alta a Bárcenas a abrir
“una reflexión sobre su futuro” y a plantearse su dimisión) que salten en su contra, como acaba ya de hacer Esperanza Aguirre”.
A lo que no da excesiva credibilidad esta fuente es a que el tesorero del PP se haya llevado de su despacho hasta seis cajas con documentación ‘sensible’, y que las sacara de la sede de Génova el pasado fin de semana de forma 'clandestina'.
“Hoy en día existen ‘pen drives’ que almacenan mucha información. Eso de las cajas llenas de papeles forma parte del pasado. Alguna habrá, pero no tantas..”, ironizan.
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