El teléfono al que llamaba el etarra Iurrebaso, clave en la investigación del 'caso Faisán'

         El etarra Juan Carlos (Jon) Iurrebaso Atutxa fue detenido, junto a su ‘conductor y guardaespaldas’, Kepa Mirena Suárez Huarte, en la localidad de Perigueux, en el departamento francés de Dordogne, por agentes aduaneros franceses en la noche del 28 al 29 de marzo de 2007, cuando se dirigía al lugar de la cita para una nueva sesión negociadora con los representantes del Gobierno de Rodríguez Zapatero. Los etarras circulaban por una carretera que partía de Burdeos y que, tras atravesar Clermont-Ferrand, Saint-Etienne y Lyon finalizaba en Ginebra, como se revela con todo lujo de detalles en el libro "El Zapaterato. La negociación. El fin de ETA", de los periodistas Fernando Jáuregui y Manuel Ángel Menéndez. La policía francesa le incautó diversa documentación, y en la misma dos números de teléfono muy interesantes.

         Durante su detención, Jon Iurrebaso no salía de su asombro y llegó a mostrar a los agentes franceses cuatro números de teléfono, uno de los cuales correspondía al móvil de un alto funcionario del Ministerio francés del Interior, el prefecto Christian Lambert, número dos de ese Departamento y hombre de confianza de Nicolas Sarkozy, ex ministro del Interior francés y en ese momento candidato a la Presidencia de la República.

         Otro de los números telefónicos correspondía a una tarjeta de prepago, una astucia para ocultar la identidad de su verdadero propietario, adquirida en una tienda situada en las inmediaciones de la plaza de Beauveau, en París, sede del Ministerio del Interior galo. Los otros dos números eran de terminales españoles, uno de ellos utilizado por el entonces director general de la Policía, Víctor García Hidalgo. Entre los documentos que portaban los etarras había también nombres de diplomáticos suizos y noruegos aparentemente vinculados al proceso de paz.

         La revista gala ‘L’Express’, que destapó el escándalo (16 de abril de 2007), pudo confirmar que, en el verano de 2006, un alto responsable del departamento de Pérez Rubalcaba pidió a París que habilitase un teléfono de urgencia al que los ‘emisarios’ de ETA pudieran recurrir cuando se encontraran en territorio francés. La investigación francesa concluyó que uno de los teléfonos a los que llamaba Iurrebaso como salvoconducto para moverse por Francia y España recibió también llamadas del dirigente socialista vasco Rodolfo Ares, el hombre de Rubalcaba en el PSE-PSOE y actual consejero de Interior del Gobierno vasco que preside Patxi López.

         Es decir, que en los tiempos en los que ocurrió el 'chivatazo' policial del bar Faisán para impedir una operación contra el entramado de extorsión de ETA, Rodolfo Ares y Jon Iurrebaso llamaban a la misma 'línea caliente' de ETA con el Ministerio del Interior.

         Esos son parte de los documentos que el juez Baltasar Garzón reclamó a la jueza francesa Laurence Le Vert en febrero de este año a instancias de la Asociación Dignidad y Justicia, de Daniel Portero, y que la juez ha demorado -por razones desconocidas- su remisión a España. Sin embargo, tras la sustitución de Garzón por el juez Pablo Ruz, parece que Le Vert está más próxima a colaborar.

         También a instancias de Dignidad y Justicia, y según informó ya este diario, el juez Ruz accedió también a pedirle a la Juez del Tribunal de Gran Instancia de París que proceda con urgencia a remitir a España las llamadas que el supuesto etarra José Antonio Cau Aldenar realizó del 3 al 5 de mayo de 2006, fechas en las que estaba prevista la actuación policial contra el bar Faisán y que se frustró por un chivatazo policial al dueño del bar, Joseba Elosua.

         El 'caso Faisán' empieza ahora a ser investigado de verdad.