El encuentro estuvo encabezado por el primer ministro, el 'tory' David Cameron, quien ocupó un asiento central en la mesa, enfrente a su nuevo número dos, el liberaldemócrata Nick Clegg, con quien se repartirá la máxima responsabilidad en el mantenimiento del orden interno de la alianza, a partir de una comisión especial que copresidirán para vigilar las relaciones y lidiar con virtuales desacuerdos.
Se trata del primer Ejecutivo compartido en las islas en 70 años y, a pesar de la sintonía entre sus dos cabezas visibles en la comparecencia en la que explicaron el acuerdo, existen todavía dudas acerca de las futuras relaciones entre los socios. Por ello, en su estreno de hoy, una vez establecida la hoja de ruta en un documento de siete páginas, el elemento central fue la necesidad de impedir filtraciones sobre diferencias que puedan surgir, a fin de evitar desestabilizar la imagen institucional del Gobierno.
Entre las consecuencias prácticas de este desafío que los nuevos altos cargos pudieron comprobar esta mañana figuró el veto a los teléfonos móviles durante la reunión, que se mantendrá en todos los consejos futuros. En cualquier caso, al término del encuentro, todos los participantes destacaron el "constructivo ambiente" generado en este arranque de la alianza.
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