En el PSOE creen que Zapatero hará como González y no aceptará ser presidente del partido

El argumento que esgrimen los dirigentes consultados es que en el PSOE no hay precedentes de que un secretario general termine ocupando la  presidencia del partido. Históricamente, este cargo, que lleva aparejado una fuerte carga simbólica, se otorga a figuras relevantes en reconocimiento a su larga trayectoria dentro del partido y a la autoridad que han representado. Desde que comenzó la democracia, el PSOE solo ha tenido dos presidentes. El primero fue el emblemático dirigente vasco Ramón Rubial, que permaneció en el cargo dos décadas, desde abril de 1979 a mayo de 1999, año en el que murió. El puesto quedó vacante hasta que en julio del 2000, durante el 35º Congreso del PSOE en el que fue elegido Rodríguez Zapatero secretario general, fue nombrado Manuel Chaves. Previamente, todo el partido había vuelto sus ojos hacia Felipe González, pero el ex presidente del Gobierno rechazó serlo y la presidencia recayó en el histórico dirigente andaluz, que por entonces todavía dirigía la Junta de Andalucía. Ahora, los dirigentes consultados están seguros de que Zapatero, al igual que González,  tampoco aceptará ese cargo en el próximo Congreso Federal de 2012. “Un ex secretario general que ha tenido todo el mando en plaza no debe ser el presidente del partido. Es un cargo en el encajan  otro tipo de personalidades”, opina un veterano diputado socialista que apunta los nombre del extremeño Rodríguez Ibarra, el del asturiano Tini Areces, o el de Alfonso Guerra como los más idóneos. Eso, si no se suprime el cargo que hay quien tampco lo descarta.   Gónzález quiso mantener el escaño Pero en el PSOE también piensan que en lo que no emulará a González es en volver a concurrir a las próximas elecciones como simple diputado, y que en el caso que lo haga simbólicamente en la lista por León sería para renunciar enseguida al escaño. González se presentó en 2000 en la candidatura por Sevilla pero sus reiteradas ausencias  a la Cámara le costaron un sinfín de críticas y la reiterada petición del PP de que dimitiera o que se le sancionara por no cumplir con sus obligaciones de diputado. Pero aunque Zapatero ya ha dejado claro que el Congreso Federal se celebrará después de las elecciones generales de 2012 - como corroboró este martes José Blanco-, en el PSOE ya han empezado a surgir voces que exigen que se adelante y que se aproveche para que el candidato que gane las primarias – si finalmente las hay, porque si no se presenta más que un aspirante no se celebrarían-, se convierta también en el nuevo secretario general del partido. Los partidarios de esta opción advierten del riesgo de tener una ‘bicefalia’ con un secretario general por un lado y un candidato a la presidencia del Gobierno por otro, durante cerca de un año. Precisamente el extremeño Guillermo Fernández Vara ha recordado que en su federación ya se vivió una situación así tras la renuncia de Juan Carlos Rodríguez Ibarra “y no pasó nada”. Tampoco Zapatero quiere durante ese ínterin seguir  llevando las riendas del partido y cree que lo más adecuado es elegir a su sucesor una vez ‘verificado’ en qué situación se queda el PSOE tras las municipales y autonómicas y finalmente – y lo que es más importante- , tras las generales.   Toda su vida en política Sea cuando sea, lo único claro es que tras el 38º Congreso Federal, Rodríguez Zapatero - que en agosto cumplirá 51 años-, habrá decidido ya a qué va a dedicarse en el futuro. Es abogado pero no ejerce la carrera desde muy joven. No hay que olvidar que toda su vida la ha dedicado a la política, en donde comenzó en 1979 como dirigente de las Juventudes Socialistas de León, siendo elegido años más tarde secretario general de esa federación del PSOE. Por ello, su experiencia laboral es brevísima. Después de licenciarse en Derecho en 1982, Zapatero estuvo trabajando tres años como ayudante en la Universidad de León como profesor de Derecho Constitucional hasta que en 1986 fue elegido diputado por León, su tierra ‘adoptiva’. Desde entonces ha revalidado su escaño en el Congreso, bien por esta circunscripción, bien por la de Madrid una vez que fue elegido lider del PSOE y candidato a la presidencia del Gobierno.   "Es pronto para hablar de eso" Sus compañeros no acaban de verlo retirado totalmente de la política, pero desconocen cuáles son sus planes. Algunos se aventuran a pensar que se dedicara “primero a descansar unos meses, y después a dar conferencias, a viajar y a seguir ayudando al partido” aportando sus ideas desde los numerosos foros – Fundaciones de pensamiento- con los que cuenta el PSOE. Lo que si debe cumplir a rajatabla es la ley de incompatibilidades de altos cargos que impide a los presidentes y miembros del Gobierno una vez que cesen, realizar  actividades privadas que guarden relación con las competencias que han ostentado y por ende, con cualquier organismo público. En el partido, no obstante se resisten a abordar este debate. “Es pronto para hablar de todo eso”, se queja  uno de sus afines. Tampoco José Blanco cree oportuno abordar ahora el asunto. Al ser preguntado por este diario si en el próximo Congreso Federal pensaban mantener la presidencia del partido para ofrecérsela a Zapatero, el vicesecretario general del PSOE exclamó: “¡vaya pregunta que me hace!”. Y es que la marcha de Zapatero va a entrañar una auténtica  ‘revolución’ interna y más de uno tendrá que irse con él, salvo que el  sucesor/a decida lo contrario.   Lea también: Chacón pone morbo al debate: "Hasta el día 23 no voy a decir nada" "Quizás no haya primarias" | Blanco, "neutral pero no indiferente"  ESPECIAL: Zapatero anuncia su 'retirada'