Una división que se reproduce en el Grupo Parlamentario Socialista, mayoritariamente partidario de celebrar antes primarias, como quedó claro esta tarde en una reunión a la que no ha asistido el secretario general. Sólo
Soraya Rodríguez,
Manuel Chaves y
José Blanco apoyaron expresamente a
Rubalcaba. El resto dijo "respetar" su decisión aunque varios de los intervenientes pusieron una nueva carta sobre la mesa: que el nuevo líder del PSOE sea elegido directamente por todos los militantes y no sólo por los delegados que acudan al Congreso.
Sólo hay un nombre que une a todos, o casi todos:
Susana Díaz, la gran esperanza andaluza para reconducir el futuro, ahora ciertamente negro, del Partido Socialista. "Con Susana, al fin del mundo", en palabras de
Tomás Gómez.
La única voz discrepante fue la de
Odón Elorza, que considera incompatible simultanear la secretaria general del PSOE nacional y seguir al frente de la Junta de Andalucía. El ex alcalde de San Sebastián tiene un argumento de peso: la dedicación que exigen dos cargos "importantísimos".
Apenas una hora antes del anuncio de Patxi López,
Carme Chacón insistía en que "el
partido está en uno de los peores momentos de su historia, si no en el peor. Creo que el [pasado] domingo los ciudadanos hablaron muy claro.
Quieren un cambio en la política y creo que mi partido necesita también un
cambio, un cambio que debe empezar por nosotros mismos", añadió Chacón a
puertas del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, a donde acudió
para un coloquio sobre temas de Defensa con
José Bono.
Un encuentro con mucho morbo con el ex presidente del
Congreso y compañero de partido que no se produjo por culpa de una oportuna
indisposición de Bono.
"La gente", insistió Chacón, "está pidiendo la apertura del
partido y por eso creo que son necesarias unas primarias tan abiertas como sea
posible, como las hubo en Francia, como las ha tenido Italia, vean los
resultados que ha obtenido
Mateo Renzi y creo que la respuesta no puede ser
encerrarnos en nosotros mismos e ir a los métodos tradicionales".
Sobre su posible candidatura a la secretaria general, la
política catalana prefiere esperar a que escampe y se aclare el follón en que
Rubalcaba
ha metido al partido. "Sé que es una decisión personal de él, pero el
mensaje de la gente ha sido rotundo y contundente", concluyó.
Madina, en cambio, no descarta dar la batalla en el congreso de julio.
Pedro Sánchez, el único diputado junto a Madina que figura en las quinielas para liderar a los socialistas, no oculta que también prefiere que se celebren ya las primarias, pero asume la hoja de ruta de Rubalcaba y, sin postularse aún oficialmente como aspirante, reconducirá su estrategia hacia el cónclave de julio.
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