Susana
Díaz es la gran triunfadora de las elecciones andaluzas y se ha apuntado, para
ella y para el PSOE, el primer asalto de la carrera hacia las urnas que
culminará en las Generales de fin de año. No sólo ha aguantado el tirón de
Podemos, ha dado toda una lección a propios y extraños. El partido de
Pablo
Iglesias podrá presumir de ser la tercera fuerza política de Andalucía
partiendo de la nada pero sus 15 escaños se quedan cortos para sus
expectativas. E insuficientes para marcar el paso a los socialistas. Todo un
baño de realidad. Su principal víctima es Izquierda Unida, que no ha resistido
el golpe y pierde prácticamente la tercera parte de sus diputados, un auténtico
desastre más cruel de lo esperado.
Aunque para catástrofe, la del PP, con unos
resultados imposibles de maquillar pese a su voluntarioso candidato. Pierde
buena parte de sus diputados y, sobre todo, de votantes, casi 15 puntos menos
que hace tres años. Ciudadanos, por su parte, ha cumplido con sobresaliente
-partía de cero-, y sus nueve escaños valen su peso en oro. Son los otros
vencedores del 22M.
Susana
Díaz ya tiene su examen en las urnas, del que sale aún más reforzada en todos
los sentidos. No tiene mayoría absoluta -nadie contaba con ella-, pero no ha
perdido escaños y en porcentaje de votos ha perdido sólo 4 puntos, del 40% al
36%. El PP, en cambio, ha caído casi 15, desde un 41% a un 26%. Unos
600.000 votantes, el doble que el PSOE. La líder de los socialistas andaluces
ya no es una incógnita, tiene unas cifras que presentar, que la legitiman ante
los suyos a pocos meses de la 'reválida' de mayo.
El
PP es la otra cara de la moneda. Las encuestas auguraban el desastre, con un
candidato sin tiempo para darse a conocer, nombrado desde Madrid... El golpe ha
sido durísimo, 17 escaños que serán muy difíciles de recuperar y de hacer
valer. El pacto con el PSOE se da, en principio, por imposible.
Podemos
aspiraba a bastante más de 15 escaños, probablemente innecesarios para Susana
Díaz. Su triunfo es, no obstante, innegable al conseguir en apenas unos meses
erigirse como tercera fuerza política de Andalucía. Y probablemente de todo el
país.
El
partido de Pablo Iglesias no ha derrotado al PSOE o al menos no le ha arañado
lo suficiente, pero sí ha hundido a Izquierda Unida, que paga con 5 raquíticos
escaños justos para formar grupo parlamentario la irrupción de Podemos y su
papel como socio de Gobierno en los últimos tres años. Un mal presagio para la
coalición, que corre serio peligro de desmoronamiento.
Ciudadanos
sí que tiene motivos para proclamarse vencedor de las elecciones. Desde la nada
como Podemos y con menos recursos, han conseguido nueve escaños atribuibles en
su totalidad a
Albert Rivera. Todo indica además que sus votos proceden del PP,
de la misma forma que los de IU se han refugiado en el partido 'morado'.
Rivera,
de paso, ha sumado otra victoria frente a
Rosa Díez. UPyD no sólo no entra en
el Parlamento andaluz, es que ha perdido casi 50.000 votos sobre los que obtuvo
hace tres años.
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Especial: Elecciones en Andalucía