Chocante Choco

Bien, en fin, algunos hallazgos de ‘nueva cocina’, que no hacen olvidar el hecho de que, cuando pides un plato de jamón (¡en Córdoba!) te dicen desdeñosamente que de eso no hay en la casa. Ni te hacen olvidar que abren a las dos de la tarde, ni la decoración en gris cuartelero, ni la música elevadísima, que cuando pides que la quiten te dicen (el Kisko señor, que debe ser la desgracia de la familia) que “a mí es que no me gusta quitar la música” (no había nadie más en la sala, y se comprende).

Así que este Com.ilón pasa muy mucho de hacer una crítica convencional de este sitio que debe prescindir urgentemente de tres cosas:

-Los horarios restringidos (si los quieren trabajar a sus horas, que se marchen del negocio)

-El color de las paredes y la música inapropiada

-Y, sobre todo, claro, del muy, muy antipático chef de sala. Así, Kisko, no tienes nada que hacer.