Rectores, Decanos y catedráticos debaten sobre la aplicación del Plan Bolonia

Este miércoles en el Colegio Notarial de Madrid un Seminario se ha debatido sobre la reforma universitaria (el llamado Plan Bolonia) en los estudios jurídicos. En la sesión de la mañana participaron Christian Baldus, Decano de la Facultad de Derecho de la prestigiosa Universidad alemana de Heidelberg, y el actual Decano, de la facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, Javier Díez-Hochtleiner, que es además candidato a Rector de la misma tras el nombramiento de Ángel Gabilondo, hasta ahora Rector, como Ministro de Educación.

El Doctor Baldus explicó el funcionamiento de las universidades alemanas, con la garantía de calidad que suponía la exigencia de los llamados exámenes de estado para la expedición de los títulos. También explicó por qué Alemania había decidido excluir la reforma hacia el Plan Bolonia en sus estudios de Derecho, y que la misma se había percibido como una amenaza a los estándares de calidad logrados. También aclaró que estas circunstancias tal vez no fueran aplicables al caso español, pues en el sistema alemán el estudio a través de casos prácticos ya se hallaba firmemente arraigado desde hacía años. Expresó también su convicción sobre la importancia de los estudios teóricos, comprendida mejor desde su experiencia en las universidades italianas, y la necesidad de alcanzar un adecuado equilibrio entre la enseñanza teórica y la práctica.

El profesor Díez Hochtleiner explicó que, a su juicio. los estudios de Derecho en Universidad Española se encontraban en una profunda crisis, y que la reforma en marcha era una oportunidad de cambiar las cosas para mejor. Explicó el proyecto de su Facultad de Derecho y la experiencia del curso piloto adaptado al Plan Bolonia, que calificó de francamente positiva. Hizo un análisis de su proyecto, en relación con el modelo de otras facultades jurídicas en el mundo, y de las dificultades que se estaban encontrando en su aplicación. Denunció también la falta de interés de los políticos en favorecer un adecuado nivel de los estudios jurídicos, que se traducía en una oferta masiva de plazas, en perjuicio de la calidad de la formación.

En la sesión de la tarde intervinieron Virgilio Zapatero, Rector de la Universidad de Alcalá de Henares, y el cabeza de lista por UPyD a las elecciones europeas, profesor Francisco Sosa Wagner. El rector Virgilio Zapatero explicó la experiencia piloto en su Facultad de Derecho, y cómo a su juicio había sido positiva, y motivadora para los alumnos, a pesar del incremento de trabajo, tanto para los alumnos como para los profesores, que su aplicación va a requerir. Reconoció los graves problemas de la Universidad española, pero también subrayó sus logros, defendiendo el modelo existente de una Universidad que acoja a gran parte de la juventud.

Sosa Wagner comenzó poniendo de manifiesto su extrañeza por la escasa repercusión que un debate tan importante estaba teniendo en las profesiones jurídicas, y felicitó al Colegio Notarial por desmarcarse de esa abulia y organizar el seminario. Hizo una expresiva descripción de los defectos de la actual universidad, denunciando su endogamia actual, donde por razones presupuestarias prácticamente ha desaparecido la posibilidad de movilidad de los docentes, y el exceso de burocratización que ahoga muchas iniciativas científicas. Argumentó las razones por las cuales a su juicio tales defectos no se corregirían con la reforma, y denunció el inaudito protagonismo concedido a los impulsores de cierta forma de pedagogía, que con el apoyo de las autoridades estaban montando auténticos negocios.

En el debate a continuación participaron diversos catedráticos, profesores y notarios asistentes. Todos estuvieron de acuerdo en denunciar que la reforma se tratara de imponer con un coste cero, llegando Sosa Wagner a pedir a la Conferencia de Rectores que solicitaran de las autoridades políticas la suspensión del proceso hasta que se solucionara el problema. Virgilio Zapatero, por el contrario, se mostró partidario de seguir adelante con el mismo, a pesar de las dificultades que de ello derivarán, y se hicieron votos por que el nuevo ministro de educación, Gabilondo, se mostrase coherente con las peticiones de incrementos presupuestarios que había realizado cuando era Presidente de la Conferencia de Rectores.