www.diariocritico.com
Bernanke

Bernanke

viernes 20 de noviembre de 2009, 14:36h

El boom financiero de estas últimas semanas ha dado lugar a múltiples interpretaciones, desde la noción de un mundo emergente “locomotora” global, arrastrando a los países desarrollados hacia un nuevo modelo estructural de crecimiento.

Hasta la idea de la formación de una nueva burbuja en el valor de los activos y las commodities, producto de una demasiado prolongada política de la FED de tasas cercanas a cero y explosión de liquidez, y la globalización financiera que permite otra gran “bicicleta planetaria”, con endeudamiento en dólares a tasas cercanas a cero, para comprar activos denominados en monedas emergentes que rinden ganancias extraordinarias, por el doble efecto del diferencial de tasas de interés y la apreciación de sus monedas respecto del dólar.

Paradójicamente, los que miran la tasa de desempleo récord, y la capacidad ociosa de la economía norteamericana (a la Krugman), abogan por nuevos y más ambiciosos planes de gasto público, para reemplazar la modesta evolución del gasto privado; una prolongación de la política monetaria blanda; y un dólar aún más débil, pidiendo la revaluación de la moneda china para frenar las exportaciones de dicho país y sus supuestos efectos sobre el empleo norteamericano. (Con todo respeto, me parece que el amigo Paul tendría que repasar la relación entre gasto agregado y cuenta corriente).

Del otro lado, los que miran el rally de los mercados emergentes, el enorme déficit fiscal norteamericano, la debilidad del dólar, advierten (a la Roubini) que cuando esta burbuja explote, la explosión y sus consecuencias, por su carácter esta vez global y no sólo norteamericano, serán todavía mayores a las vividas en el 2007/2008.

En el medio, los Presidentes de los Bancos Centrales, en especial el amigo Ben Shalom, con su dilema existencial.

 Necesita que siga la tasa baja y la liquidez en el mercado norteamericano para que las valuaciones de los activos de riesgo y reales que respaldan las deudas de las familias y empresas mejoren su posición patrimonial y los lleven de nuevo al consumo, a la demanda de inversión y de empleo.
 
Para que las refinanciaciones de deuda hipotecaria y de la otra se puedan hacer con montos pagables y mejore la situación de los bancos. Y para que estos bancos utilicen la liquidez excedente para financiar al sector público, comprando Bonos del Tesoro y haciendo su propia “bicicleta” con bajos costos de captación, mejorando su rentabilidad.

Pero, a la vez, por su condición de “Banquero del mundo”, necesita que la tasa de interés suba, se fortalezca el dólar, y se frene el alza de los activos globales y los commodities antes que una nueva burbuja estalle y lo crucifiquen “a la Greenspan”.

Bernanke necesitaría una tasa de interés y una política monetaria para los “stocks” de deuda acumulada y otra tasa de interés para los “flujos” globales de fondos. ¿Le suena familiar?. Obviamente, aquí solucionamos todo más rápido y no nos ahogamos en un vaso de agua. Inventamos desde la “tasa regulada” y la “cuenta de regulación monetaria”, hasta la pesificación asimétrica, la licuación y el default.
En el resto del mundo, las cosas son más complicadas.

Es cierto que hubo masivas inyecciones de fondos para salvar al sistema financiero, pero esos fondos intentaron salvar al sistema y sus depositantes y no a sus accionistas. En el cuadro que acompaña estas líneas se presenta la caída en el valor de las acciones de una muestra de los bancos más grandes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Suiza, entre octubre de 2007 y octubre de 2009. Como puede apreciarse, las pérdidas de valor para el accionista no han sido menores y son proporcionales al grado de inyección de fondos públicos que esos bancos han tenido. En este caso, el “riesgo moral” de repetir la historia de un comportamiento irresponsable parecería relativizado y la advertencia de Roubini, casi inncesesaria.

Desde el lado fiscal, es cierto también que hubo explosión de gasto y déficits, pero con medidas temporarias y relativamente reversibles y financiados con deudas, a bajas tasas de interés y no, por ahora, con inflación y licuación.

En este contexto, entonces, los Banqueros Centrales más importantes siguen jugando un poker extraño. Con sus fichas siguen apostando a las tasas bajas y a la liquidez global, para recuperar sus frentes internos, mientras que con sus discursos advierten contra las burbujas y la debilidad del dólar, tratando de desalentar la bicicleta en el resto del mundo. Esperando que su palabra y la historia reciente alcancen para limitar el flujo de fondos hacia los mercados emergentes, y retrasando, al máximo, por sus necesidades locales, la inevitable suba de tasas y el alcance de un nuevo equilibrio/desequilibrio entre el valor del dólar y el resto de las monedas.

Caída en el valor de las acciones entre octubre de 2007 y octubre del 2009
Bank of America -72%
Citigroup             -90%
Deutsche Bank    -43%
UBS                    -66%
HSBC                -30%
Lloyds                -83%
Barclays              -40%
RBS                    -91%
BNP Paribas        -75%

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios