El resultado del proceso de reformas tras 25 años de estatutos, aseguró, "sin duda ha sido bueno". "La mejor prueba es que nadie añora un pasado en el que el afán de uniformidad y la centralización de las decisiones limitaban proyectos e iniciativas", manifestó.
Así se pronunció Salgado este mediodía en el Ministerio de Administraciones Públicas, donde recogió la cartera de su antecesor, Jordi Sevilla, al que agradeció su trabajo porque ha desarrollado proyectos "qué están cambiando la administración española". "Sé de sus cualidades", manifestó la ex responsable de Sanidad.
Elena Salgado aclaró que hoy no quería presentar proyectos ni objetivos, pero sí se refirió algunos de los "retos" a los que se va a enfrentar en su nuevo destino. Entre ellos, continuar con el proceso estatutario, manifestó, "un momento particularmente apasionante del proceso de configuración de nuestro modelo de Estado". "25 años largos de experiencia autonómica han abonado el terreno para que hayamos podido abordar la elaboración de los estatutos de segunda generación", añadió.
Diálogo y negociación
La nueva responsable de Administraciones Públicas aseguró que el Gobierno apoyará la aplicación de las reformas ya aprobadas y la aprobación de las que lleguen a las Cortes Generales, apostando para ello por la negociación y el diálogo.
Agregó que, en esta tarea, cuenta con la experiencia de la presidencia del Consejo Interterritorial de Sanidad, que ha compartido con todas las CCAA. "Tenemos que atender los procesos de reforma que ya se han iniciado y la puesta en práctica efectiva de lo que los nuevos estatutos implican para la Administración del Estado", aseguró.
Dentro de ese desarrollo estatutario, la nueva ministra explicó que se tienen que poner en marcha todas las comisiones bilaterales entre las Comunidades y el Estado, así como los trabajos para el nuevo modelo de financiación autonómica y, en paralelo a esta, de financiación local. "La administración local espera un marco legal y financiero nuevo", dijo.
Además, la ministra se comprometió a desarrollar la modernización de la Administración, a partir de la normativa y de la introducción de las nuevas tecnologías que ha desarrollado su antecesor. También el Estatuto del Empleado Público. En conjunto, subrayó que el objetivo es "conseguir variar a mejor la relación de la Administración con los ciudadanos".
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