De la Vega descarta repetición de elecciones en Navarra

 Comparecencia de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega en el Foro de la Nueva Sociedad, cerrando en Madrid los desayunos informativos de Nueva Economía Forum. Había expectación, como demuestra la presencia de tres ministros –Sanidad, Administraciones Públicas y Vivienda-, un buen número de subsecretarios y secretarios de Estado, el fiscal general del Estado, el presidente de la Audiencia Nacional, el portavoz del Consejo General del Poder Judicial y hasta el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, además de buen número de empresarios, empezando por Florentino Pérez. Ahora bien, se notó la ausencia de destacados dirigentes socialistas: ni siquiera estuvieron los habituales y mucho menos el secretario de Organización, José Blanco. Ausencias destacadas que, acaso, tengan un significado muy particular.

   Escasas noticias ofreció la vicepresidenta del Gobierno. Ninguna, desde luego, en su larga intervención inicial, donde destacó los logros del Gobierno socialista durante estos tres años, especialmente en materia social y de ampliación de derechos y libertades. Luego, en el coloquio, moderado por el periodista Antonio San José, la ‘vice’ entró más en materia.

  En primer lugar, Fernández de la Vega apostó claramente por un “acuerdo de gobernabilidad” en Navarra, es de suponer que con la Unión del Pueblo Navarro (UPN) de Miguel Sanz, descartando casi categóricamente la posibilidad –apuntada por algunos- de que se camine a una repetición de elecciones en la Comunidad Foral. Sobre este particular, hay que recordar que el candidato socialista, Fernando Puras, ha sido ‘llamado a capítulo’ este lunes a Madrid por el secretario de Organización, José Blanco, para cerrar de una vez por todas el ‘caso navarro’. Tras las palabras de De la Vega no parece que haya dudas sobre la ruptura definitiva de conversaciones con la Nafarroa Bai de Patxi Zabaleta.

   En segundo lugar, De la Vega sí se mostró este lunes claramente partidaria de abrir una “reflexión” sobre el secuestro de publicaciones, tras la polémica por el secuestro judicial del satírico El Jueves la pasada semana. Llegó a afirmar que la medida del secuestro deberá “replantearse” porque “está anclada en un momento muy diferente al que vivimos”. Claro, la España franquista que en cierta forma pervive con numerosos puntos de la Ley de Prensa de 1966.

   Ahora bien, en este capítulo también ‘reflexionó’ De la Vega sobre el hecho de que “la libertad de expresión no puede tener límites”, pero que eso no es incompatible con su convivencia con otros derechos fundamentales, como son los de a la propia imagen y al honor, el respeto a las Instituciones, etcétera. En este punto es cierto que defendió en cierta forma la medida solicitada el pasado viernes por el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, presente en la sala, pero con una frase que puede entenderse como de doble sentido: “Ha actuado con absoluta independencia de criterio”, dijo De la vega, recalcando que no es correa de transmisión del Gobierno. Pero, ¿significa esto que el Gobierno no pidió tal medida e, incluso, que no la ve con tan buenos ojos? Puede que no, a tenor de los resultados obtenidos: la portada de El Jueves de la pasada semana, con la imagen de los Príncipes a cuatro patas, ha sido, probablemente, la más vista de la historia gracias al secuestro y a las nuevas tecnologías.

  Por lo demás, la vicepresidenta abordó cuestiones como el fallecimiento de Jesús Polanco, del que dijo que “he perdido un buen amigo” y que ha sido una persona que “ha contribuido a construir este país, la sociedad democrática que todos disfrutamos”. Y también habló de ETA, pero para afirmar que “no hay nada [de conversaciones con los terroristas]: hubo una oportunidad y ETA la rompió” y ahora sólo le queda el camino de “abandonar la violencia para siempre”.

  Y, bueno, a la hora de dar, también hubo para el PP y la Conferencia Episcopal; es decir, para los sectores que se oponen a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, a los que les recordó -monseñor Blázquez permaneció impertérrito- que no hay objeción que valga, que la ley es la ley y hay que cumplirla y que quien se la salte que se atenga a las consecuenc ias.

  Otra cuestión fue lo que ocurrió en la última reunión de la Comisión de Subsecretarios, donde la vicepresidenta reconoció que, si bien “no hubo bronca”, sí hubo una especie de ‘filípica’ para tensionar a la organización y dinamizar todo el aparato del Estado en los ocho meses que restan hasta las elecciones generales. En este sentido, De la Vega dijo que hay aún muchos proyectos pendientes, pero que el Gobierno necesita una legislatura más para poder completar su labor.