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Declaran los dos policías y el tedax que fueron a la estación de El Pozo

lunes 19 de marzo de 2007, 19:31h
Uno de los policías municipales que se dirigió a la estación de El Pozo la mañana de los atentados relató esta tarde ante el tribunal del 11-M que fue él quien localizó la mochila sin desactivar en el interior del vagón número 3 y la dejó "en un sitio que pudiera ser seguro". "La incertumbre me hizo dejarla a unos 20 metros en el andén, al lado de una papelera roja", explicó.

El agente explicó que acudió junto a otros cinco compañeros a la estación con la orden de "rescatar a las víctimas". "Entramos en uno de los vagones que no explosionaron", explicó y relató que él se quedó en la parte de abajo, se tiró al suelo y vió la mochila. "Me llamó la atención porque en el vagón había ropa, enseres, pero no bolsas", dijo.

  La mochila, de color negro y unos 10 kilos de peso, estaba debajo de uno de los asientos, situada hacia la mitad del vagón y pegada a una de las ventanas, relató el policía. El agente comprobó el interior para cerciorarse de si había un artefacto y vió "un teléfono móvil, una maraña de cables, y un recipiente de plástico que me pareció anaranjado", precisó.

  El agente indicó que comunicó su hallazgo a un policía nacional que se encontraba en el andén y que dió la voz de alarma por radio. Aproximadamente una hora después, el policía escuchó "una explosión".

   Precisó, además, que su prioridad y la de sus compañeros era, en todo momento, sacar a las víctimas que quedaban y trasladarlas lo más lejos posible del andén y no la de extraer de los vagones "enseres" u otros objetos.

Tedax El Pozo

  Por su parte, uno de los TEDAX que participó en el intento de desactivación de esta mochila, perteneciente a la Brigada Provincial, explicó que a su llegada a la estación le llamó la atención la bolsa porque estaba separada de los demás objetos amontonados frente a los vagones que habían sufrido explosiones y no presentaba daños.

  "Estaba apoyada en la pared, con la solapa abierta hacia atrás", dijo y detalló que fue lo primero que revisaron. "Metí la mano y abrí la boca de la bolsa para inspeccionar el interior", describió y que dentro pudo observar un móvil, cables y una bolsa con una masa de color blanquecino. "La masa era facilmente moldeable", agregó. El tedax puso de manifiesto que el sistema utilizado con objeto de desactivar el artefacto era "bueno" para neutralizar cualquier tipo de explosivo excepto aquellos "muy sensibles" como la cloratita.

  No obstante el agente --que especificó que no conoce la Goma 2 ECO-- indicó que su misión no era deducir el tipo de explosivo y dijo que, personalmente, nunca saca conclusiones puesto que existen unos servicios de análisis con éste fin.   Cuando llevaban a cabo la neutralización el artefacto explosionó. "Fue imposible recuperar nada debido a que la explosión se produjo muy completa y no quedaron restos".

  Precisó, además, que tras el intento fallido de desactivación su equipo sacó más enseres del interior del tren y los abrió "uno a uno para revirsarlos". "Lo revisamos todo", concretó.

Un policia afirma que vió dos mochilas sospechosas

  Por otro lado, un agente del Cuerpo Nacional de Policía que se acudió la mañana de los atentados a la estación de cercanías de El Pozo afirmó esta tarde ante el tribunal del 11-M que cuando accedió al andén localizó dos mochilas sospechosas, y en una de las ellas pudo observar a través de una apertura un teléfono móvil, del que sobresalían varios cables que se introducían en el interior de la bolsa.

  El agente policial subrayó que la primera mochila estaba situada cerca de la entrada por la que accedió y que al estar cerrada no pudo hacer un examen visual de su interior. Poco después vio en el andén cerca del muro otra bolsa, que presentaba una apertura.

  Por el orificio observó un "paquete azul" y un teléfono con una estructura cableada que se orientaba hacia el interior de la bolsa. Ante ésto, el testigo desalojó la zona y avisó a las personas que se encontraban en el lugar de la presencia de un posible artefacto explosivo. El policía explicó que después avisó a los agentes de los TEDAX y que incluso se puso en contacto con un subinspector de este cuerpo, quien le comunicó que enviaría un equipo al foco de la explosión.

  Especificó, además, que no habló con ningún agentes de la policía municipal ni nadie le comunicó antes de ver la mochila que se había encontrado un artefacto sin explosionar en este tren, si bien no negó la posibilidad de que su compañeró recibiera alguna comunicación al respecto.

  A preguntas de la fiscal Olga Sánchez, el testigo relató que tras estas iniciativas no "volvió a entrar" en el andén porque procedió a acordonar la zona para establecer las pertinentes medidas de seguridad, por lo que "no hubo opción de mirar" más enseres y vestigios de la explosión.

  El testigo, miembro de la unidad motorizada vinculado al departamento de Seguridad Ciudadana de la Policía, explicó que antes de desplazarse con su compañero a la estación de El Pozo, estuvo presente en la estación de Atocha tras la explosión de las bombas. Una vez allí, el testigo relató las experiencias que vivió hace tres años. "Olía a sangre y a pelo quemado, había gente destrozada, y partes de cuerpos de personas", dijo el testigo.

  El juicio finalizó pasadas poco después de las seis de la tarde al cumplirse el programa previsto para la jornada de hoy y se reanudará mañana a las 10 con testimoniales policiales sobre la localización y traslado de la mochila de Vallecas.

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