Las víctimas: reconocimiento, derechos y memoria histórica

Sí, ya se que la ley que aprobamos previsiblemente en el pleno del Congreso es más conocida como ley de la “MEMORIA HISTÓRICA”. Y no sin razón Pero esto ha sido utilizado en el sentido de que se pretende crea una “memoria oficial”, lo que no tiene nada que ver con el fondo de la ley. En mi opinión ésta es una ley para las víctimas. Para su reconocimiento: todas las víctimas que sufrieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura. Aquí hay una primera clave. Porque en la guerra civil hubo dos partes en conflicto. En la dictadura, ya no. Se impuso la victoria sobre la paz. Sobre los presos, sobre los muchos fusilados del franquismo, sobre los luchadores por la democracia.

Y, claro, esto lleva a lo necesario. Solemnizar una condena del franquismo, lo que debería resultar un mínimo común democrático tanto para la izquierda como para la derecha. Como lo es en Alemania e Italia, o en Portugal, tras una larguísima dictadura.

La ley establece mejoras en ayudas que ya se perciben y crea otras nuevas. Prohíbe los símbolos que exalten la sublevación militar, la Guerra Civil o la represión de la dictadura. Establece ayudas para las familias de víctimas que todavía buscan a sus seres queridos en fosas, mediante una actuación más proactiva de las Administraciones Públicas y se despolitiza el Valle de los Caídos.

Hay que resaltar que bastantes de estos artículos (ayudas, actividades de localización e identificación, Valle de los Caídos) fueron apoyados también por el PP. Después de tanta descalificación resultó que la ley no era lo que ellos decían y declaraciones como las de Mayor Oreja muestran que el no condenar al franquismo sigue siendo una lamentable seña de identidad de una parte del PP.

En cuanto al otro gran tema, la ilegitimidad de los tribunales, jurados y otros órganos creados para imponer por motivos políticos, ideológicos y de creencia religiosa, condenas o sanciones (y por lo tanto la ilegitimidad de sus sentencias) se ha consensuado en mi opinión un texto equilibrado.

Por un lado añadiendo los motivos de persecución religiosa. Por otro, si bien no se llega a la anulación de los juicios -lo que podría poner en cuestión la separación de poderes- tampoco es cierto que esta declaración carezca de toda validez jurídica ni marque punto final alguno respecto a esto. Desde luego, estoy seguro que muchos tribunales no lo entenderán así. Por otra parte se deroga explícitamente toda una serie de disposiciones y leyes franquistas en consonancia con el punto 3 de la Disposición Derogatoria de la Constitución.

Se mencionan explícitamente muchos efectivos. Los carabineros que lucharon por la república, los militares demócratas de la Unión Militar Democrática que se autodisolvió con la celebración de las primeras elecciones democráticas. Los brigadistas internacionales, los combatientes guerrilleros, y muchos otros que lucharon por la democracia. Los presos del franquismo. Y los exiliados, para muchos de los cuales la salida de España resultó irreversible.

En suma, cuando sea aprobada será un paso más -pero muy importante- en la reparación en lo posible, del sufrimiento de las víctimas y sus familiares, en la lucha de la memoria contra el olvido. En la reconciliación, pese a todos los improperios recibidos. En eso confiamos.

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Juan Antonio Barrio de Penagos
Ponente del Grupo Socialista en el Proyecto de Ley por
la que se reconocen y amplían derechos y se establecen
medidas  a  favor  de  quienes padecieron persecución o
violencia  durante  la  Guerra  Civil  o  la  Dictadura.