Off the record - 3 septiembre 2007

AGOTAR LA LEGISLATURA

La “rentrée” política tiene, este año, inequívocos signos pre-electorales. Aunque Rodríguez Zapatero mantenga su proclamada decisión de agotar la Legislatura y convocar a las urnas para marzo, dos trimestres no es nada en una situación política convulsa y crispada y con un horizonte económico incierto, como hace visible el lenguaje “dual” del Gobierno en este aspecto, entre un presidente que proclama, sin datos, la euforia económica, y un vicepresidente económico que, para no desmentir a su jefe de filas pero tampoco negar las evidencias, habla de “leve desaceleración”.

Agotada, lo que se dice agotada, la Legislatura lo estará antes de que termine diciembre. Los Presupuestos Generales se aprobarán, desde luego, pero Solbes ya sabe que tendrá que aflojar la bolsa, no sólo para el reparto de “mercedes electoralistas” a que tan aficionado es Rodríguez Zapatero, sino para satisfacer las demandas de los grupos nacionalistas, no sea que se sientan tentadas a un cambio de alianzas.

 

¿OPORTUNIDAD PARA EL PP?

“Lo que cada vez se entiende menos es el ambiente de resignación a un nuevo triunfo electoral de Rodríguez Zapatero que emite el PP”, comenta uno de sus más relevantes dirigentes de la primera hora. En tertulia veraniega con un grupo de empresarios afines y algunos periodistas, desgrana las razones por las que el PP debiera trasmitir movilización y moral de victoria a sus afiliados y electores:

-El fortalecido regreso de ETA.

-La caída del prestigio e influencia de España en Bruselas y en los foros internacionales.

-La evidencia de que en economía se ha vivido de los réditos de los ocho años de Rato sin avanzar un paso en las reformas estructurales.

-La sospecha de que la “memoria histórica” y los intentos de cambiar el modelo territorial y constitucional de Estado responden a la voluntad de revisar a fondo la transición. “Parece mentira que quien ustedes y yo sabemos no se de cuenta de que van a por él”, añade.

 

¿O RESIGNADOS A PERDER?

Todos coinciden en que hay más desánimo que movilización en el PP, y también en las causas de la resignación a cuatro años más de Rodríguez Zapatero: “La más importante –dice el veterano político, y todos sus contertulios asienten– es la confusa imagen que se transmite y que no refleja la realidad del propio puente de mando del partido”.

Y pregunta: “¿Por qué esa constante y ruin persecución a Alberto, presentándole poco menos que como un felón o un traidor cada vez que propone algo, por cierto que suelen ser cosas bien sensatas? ¿Por qué esa fea actitud de pies en pared cada vez que surge el rumor de la candidatura de Rodrigo, que desde luego parece la que desean nuestros electores, despertaría voluntad de victoria y nos haría recuperar el espacio de centro? ¿Por qué la terquedad en mantener la visibilidad de algunos dirigentes que es innegable que la opinión pública general y nuestros propios electores rechazan?” Cuando los reunidos abandonan la agradable casa, el ambiente es de pesimismo.

 

LAS CAJAS DE CANARIAS, TERRENO DE BATALLA

A miles de kilómetros, pero también bajo las brisas atlánticas, se juega una importante partida de ajedrez, al mismo tiempo política y financiera. En apariencia, Canarias permanece al margen de la intensa actividad que se desarrolla en Galicia, Euskadi y Andalucía para el proceso de fusiones que conduzca, en cada una de estas Comunidades Autónomas a la configuración de una gran Caja, con peso financiero e industrial estratégico. Pero hay movimientos subyacentes y muy complejos.

El archipiélago tiene dos Cajas significativas y algunas otras entidades menores. La más importante, Caja Canarias, radicada en Tenerife, se beneficia de una gestión excelente, sobre todo en los últimos años, bajo la dirección general de Alvaro Arbelo. El presidente, por poco tiempo ya, de Caja Canarias, Rodolfo “Rudi” Núñez, es también vicepresidente de Binter Canarias. El apoyo de Caja Canarias es esencial para Binter Canarias, cuyas dificultades son conocidas. Para asegurarse ese respaldo, Núñez quiere que Alvaro Arbelo le suceda en la presidencia de Caja Canarias y segar de raíz cualquier movimiento orientado a la fusión con la Caja de Las Palmas. Arbelo tiene además, entre otros, el apoyo cerrado de dos “pesos pesados” políticos del insularismo de Tenerife, Miguel Zerolo y Ana Oramas.

En Canarias hay otra compañía aérea, Islas Airways, también necesitada lógicamente de apoyo financiero y en la que tiene peso accionarial el presidente del club de fútbol Tenerife, Miguel Concepción, muy amigo del rico hindú Amid Hachid y en cierto modo, rival de Plasencia. Y se reconoce la conveniencia de diversificar más el sector canario del transporte aéreo. Desde luego, Arbelo no sería su candidato.

 

RIGOR FINANCIERO, HABILIDAD POLÍTICA

En ningún caso sería fácil la fusión, no por esas cosas que tanto se hablan del “pleito insular”, alentadas por algunos radicales, pero que los políticos y empresarios serios de Canarias saben dejar en su sitio cuando es necesario, sino porque, frente a la buena gestión de la Caja Canarias, la Caja radicada en Las Palmas ha estado demasiado “politizada” y su gestión llegó incluso a inquietar al Banco de España. Así que las reticencias de Caja Canarias son comprensibles.

Los que piensan que Canarias debe tener una Caja grande, capaz de ser un potente instrumento financiero de la Comunidad Autónoma, creen que las dificultades podría superarse si la Caja más importante, en este caso Caja Canarias, manteniendo la eficaz dirección de Arbelo, tuviera un presidente de gran peso específico personal y con experiencia tanto en el ámbito económico como en el político. No por iniciativa suya, saltó a los medios el nombre del ingeniero Adan Martín, hasta hace unos meses presidente del Gobierno de Canarias, y que tuvo responsabilidades directas en la gestión económica de la Autonomía.

Poco antes del verano, en un acto de Nueva Economía Forum en Madrid, Adán Martín se mostró bastante más que escéptico ante el rumor, que ya circulaba. Pero el nombre ha vuelto a circular, en la medida en que, por su experiencia y sus condiciones personales, se le ve como un hombre capaz de suavizar antagonismos y desde luego muy involucrado en la edificación armónica de la Autonomía. Guste más o menos, se quiera o no, es razonable pensar que el poder político canario tendrá mucho que decir en un proceso que no es simplemente de unas entidades financieras, sino que afecta de manera sensible al modelo económico del archipiélago.