El mago Bernat Soria

Hacía veinticinco años, desde que Pio Cabanillas (padre) -cuatro veces ministro en cinco años con Adolfo Suárez como presidente del Gobierno- que no se producía un “mago” igual en el Ejecutivo español. El ingenio y la magia política de ese gallego ilustre al que el general Franco cesó personalmente del alto cargo que ocupaba en el Ministerio de Información y Turismo gracias a su amigo Manuel Fraga, parece que tiene un sustituto.

El ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, está demostrando que tiene sensibilidad ante los temas sociales de gran alcance y, lo más importante, que sabe actuar mediáticamente. El 24 de agosto informaba al Consejo de Ministros de que va a autorizar de forma inmediata la comercialización en España de la vacuna del virus del papiloma humano, que también incorporará al calendario vacunal del Sistema Nacional de Salud, como ya ocurre en otros países europeos como Francia, Alemania, Austria, Grecia, Italia y Suiza.

La presión social que sufrió por este motivo su antecesora en el cargo, Elena Salgado, ahora feliz en el Ministerio de Administraciones Públicas, no le afectó en lo más mínimo. Sencillamente despreció los datos incuestionables de eficacia de esta vacuna contra el cáncer de cuello de útero y las muertes que se pueden evitar si se aplica en mujeres de entre 15 y 25 años. Ahora, Bernat Soria ha anunciado que la vacuna en cuestión será autorizada tras la próxima Comisión interministerial de Precios de los Medicamentos, prevista para dentro de unos días.

Los datos no mienten. Como ya hemos apuntado en esta columna, en España, cada año, se registran cerca de 2.100 casos de cáncer de cuello de útero, que originan setecientos fallecimientos. Dicho de otra forma: cada día hay dos mil infecciones, se diagnostican seis carcinomas y se registran seis muertes. Y esto se evitará, en gran medida, con esta vacuna preventiva que avalan diez Sociedades Científicas y la Asociación Española contra el Cáncer.

La presión social ha sido de tal calibre que, a finales de junio pasado, la Comisión Mixta de Derechos de la Mujer y de la Igualdad de Oportunidades del Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley en la que se instaba al Gobierno a autorizar la comercialización de este medicamento en el plazo máximo de seis meses. El ministro Soria se ha adelantado, dando así un eficaz golpe de efecto de cara a las próximas elecciones generales. Cuando, dentro de unos días finalmente esté aprobada, el PSOE tendrá que retirar la propuesta de aprobación de esta vacuna para la próxima legislatura de su programa electoral. Era una promesa que no la entendían ni siquiera en Ferraz, pero que fue promovida por la entonces ministra Elena Salgado.