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Marruecos 2008

lunes 14 de enero de 2008, 18:25h

El 2008 puede ser un año clave en el proceso de modernización del país que ya se inició en los últimos cuatro o cinco años. Si bien es cierto que los indudables avances económicos del país vecino están basados fundamentalmente en el boom del ladrillo, ya comenzado hace un par de años, no es ésta la única fuente de progreso y desarrollo que puede palparse. La vecindad de Marruecos con Europa, sus incuestionables atractivos turísticos y la moderación y tolerancia de sus costumbres con relación a otros países árabes y musulmanes, le han convertido en uno de los diez destinos mundiales favoritos de los extranjeros para adquirir una segunda residencia. Las grúas, los andamios y el cemento son paisaje habitual en las principales ciudades marroquíes, y el creciente fenómeno de la construcción está teniendo una influencia notable en el crecimiento económico del país. Las cifras oficiales de desempleo se sitúan por debajo del 10%, en una nación donde se llegado a superar el 20% de desempleo. Naturalmente que es preciso cuestionar las cifras oficiales y contrastarlas con las reales, mucho más elevadas, pero no cabe duda de que el avance es, a pesar de todo, notorio.

Por otra parte hay que señalar que la inversión extranjera, y particularmente la francesa, se ha disparado. Los franceses acaparan la mayor parte de los grandes proyectos de desarrollo y modernización del país. Señalemos entre los más importantes el comienzo del funcionamiento del macropuerto Tánger-Med, a 40 kilómetros de Tánger y que se convertirá en uno de los más importantes del Mediterráneo, en competencia directa por el estrecho de Gibraltar con el de Algeciras. La firma francesa Renault construirá una planta de producción de automóviles en Tánger que prevé fabricar 400.000 vehículos al año. También se construirán líneas de tren de alta velocidad (TGV) y metro en la ciudad de Casablanca, la mayor del país. En el 2008 puede tomarse la decisión respecto a la viabilidad de la construcción del túnel bajo el mar que uniría Marruecos con España, y que supondría una verdadera revolución en la comunicación entre los dos continentes, tanto humana como comercial. El turismo es otro objetivo prioritario en Marruecos, que aspira a conseguir la cifra de 10 millones para el año 2010. Y en el 2012 desaparecerán las tasas arancelarias con la Comunidad Europea, con las evidentes consecuencias comerciales que esto conllevará para ambos lados del Estrecho.

El problema es que todos estos proyectos desarrollistas no afectan a toda la sociedad. Los cálculos más optimistas sitúan al 25% de la población por debajo del umbral de la pobreza, la tasa de analfabetismo es muy elevada (sobre todo en mujeres) y el 10% de la población del país acapara más del 70% de la riqueza total. La familia real tiene participación significativa en muchas de las grandes empresas del país.

Desde el punto de vista de modernización social en 2008 se producirán importantes avances. Ya supuso un importante paso la mowdauana del 2004, que concedía derechos a la mujer impensables hasta entonces. Se espera que el 2008 sea el año en que la mujer se equipare en derechos al hombre, al menos desde el punto de vista estrictamente legal. Con la excepción de Túnez, no hay otro país árabe en que la mujer haya alcanzado tales prerrogativas, que suelen pertenecer exclusivamente al hombre. Marruecos es tolerante y tiende a la occidentalización de sus costumbres, lo cual irrita a los islamistas más moderados, que perdieron las elecciones contra pronóstico, y sobre todo a los más radicales.

Por todo ello Marruecos seguirá viviendo en 2008 bajo la amenaza terrorista, y está entre los objetivos de Al Qaeda. La lucha de las fuerzas de seguridad de Marruecos contra el terrorismo puede considerarse como realmente efectiva, y ha desmantelado en los últimos años numerosas intentonas de atentado.

Desde el punto de vista político el 2008 se caracterizará por la bajísima popularidad del primer ministro, Abbas El Fassi, sobre todo entre la población bereber, mayoritaria en el norte e incluso dentro de su propio partido Istiqlal, de tendencia nacionalista conservadora. Su destitución por el monarca antes de acabar el año se baraja como una seria posibilidad entre los analistas políticos. (En Marruecos el Rey designa al Primer Ministro).

Las relaciones con España podrían estar supeditadas, al menos en parte, al resultado de las elecciones españolas del 9 de marzo. Parece que con un gobierno presidido por el PSOE serían más fluidas, aunque esto siempre será una incógnita. El contencioso de Ceuta y Melilla puede quedar aparcado siempre que España apoye el plan de soberanía para el Sahara que propugna Marruecos, tan necesario para sus aspiraciones,  ya que las negociaciones marroquíes con el Polisario no se prevén fáciles.  Por otra parte, las dos ciudades españolas en el norte de África han solicitado su inclusión en la zona euro, lo cual podría tener consecuencias positivas y negativas para el país vecino. Positivas porque supondría la eliminación del contrabando entre estas ciudades y Marruecos, que tiene notables efectos adversos para la economía general marroquí. Negativas porque la inclusión de Ceuta y Melilla en la zona euro supondría de facto el reconocimiento internacional de su españolidad y por tanto su europeidad, lo cual sería un obstáculo insalvable para Marruecos en sus reivindicaciones de soberanía sobre estas ciudades.

En resumen, 2008 será un año de crecimiento económico y modernización importante para Marruecos, tanto en el aspecto económico como social. La asignatura pendiente es que este desarrollo alcance a todas las capas de la sociedad, y especialmente a las más desfavorecidas, algo que, hoy por hoy, está aún por suceder. 

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