¡Bendita campaña!

El escenario era como un cubo Rubik con lucecitas de mil wattios y delante habían colocado una tribuna con un público entusiasta como salido de un casting para que dieran bien en pantalla detrás del lider. Zapatero, perfectamente maquillado, ni un solo brillo en la cara, intentaba hacerse oir en medio del jolgorio porque a todos les habían avisado que estaban entrando en directo en las teles y aquello tenía que ser y fue una fiesta de aclamaciones al líder. Como si le hubiera quitado la cancioncilla a Alejandro Sanz el presidente gritaba a voz en cuello aquello de que “no es lo mismo…” él que Rajoy. “¡Dales caña, ZP!” Antes Isabel Coixet había colocado en los spots de campaña sociata alta tensión de emotividad para pedir al personal simpatizante que vote “con todas tus fuerzas” el 9-M y que no se quede en casa.

A Rajoy le dejaron solo en el escenario con su atril, su fondito de color azul suave y su ¡Viva la Pepa! gaditano. Así en plan difuminado le habían escrito en la pared los dos lemas de campaña, “Las ideas claras” y “Con cabeza y corazón” pero a nadie pareció ocurrírsele que el jefe necesitaba una manita de polvillos en la cara y el líder apareció en las pantallas lleno de brillos, como si le diera sudores fríos desgranar su discurso de que a él quien le preocupan son los currantes que salen todas las mañanas de casa a las siete de la mañana. ¡Mariano, a por ellos, oé…” gritaba la audiencia del teatro cuando él hacía un inciso en los diez minutos de discurso. Diseminados por los espacios gratuitos de las teles públicas ya guardaban turno de aparición los espacios electorales del PP que ponen en imagen a un país embargado, que oyes esto está tan mal, que te quitan hasta el tresillo del salón para que pagues tus deudas. La Coixet pepera se llama Antonio Solá y al parecer lo conocían bien en Faes. Las mismas pautas, así lo han querido, que la campaña presidencial del general ultraderechista guatemalteco Otto Pérez Molina en 2007. Quien, por cierto, perdió.

A partir de estos momentos inaugurales Rajoy y Zapatero van a dar la murga 14 días 14-que nos dan vacaciones de un día para “reflexionar”- y se van a tirar a degüello el uno contra el otro a ser posible hasta la última sangre. Por fin se acabó el cinismo: no son rivales políticos, son y se tratan como enemigos. Y entonces el enemigo no solo es peor, también es malo, tonto, incompetente, perverso, un peligro público..!una vergüenza nacional!

¡Qué pena, que falta de modales! se dirán las mentes bien pensantes. Pero entonces, un suponer, imagínense si se televisara y se publicara lo que se dicen y hacen,  sotto voce y todos los días los competidores a hacerse con el poder de una gran empresa, o los rivales para lograr una suculenta contrata, por no decir del que quiere dar el golpe de estado en la comunidad de vecinos porque es que, “¡jopé! el presidente que tenemos se lo está llevando a espuertas!” No, nuestros políticos no son peores que los demás profesionales de este país ni se insultan o maltratan más que el resto del personal con el que convivimos todos los días. Solo ocurre que se hacen ver y oir a todas horas y el laberinto de bajas pasiones se hace visible bajo los focos y reluce más que el sol.