Bajo el lema “La fuerza del cambio”, el PSOE celebrar este fin de semana su 37º Congreso Federal en el que José Luis Rodríguez Zapatero será reelegido por tercera vez consecutiva secretario general del partido sin cuestionamiento interno y sin ninguna otra candidatura alternativa. En este sentido, será un autentico ‘paseo militar’ para el líder socialista que recibirá el apoyo mayoritario de los más de 1.000 compromisarios que acudirán a la cita en representación de las distintas federaciones del partido. La sorpresa se centra en la composición de la nueva Ejecutiva, que se renovará profundamente y en la que emergerá una mujer como número tres, cuyo nombre mantiene Zapatero en secreto.
En Ferraz comparan la convulsión que vive el PP, fruto sin duda del hecho de haber perdido de nuevo las elecciones generales, con la tranquilidad interna de la que ellos gozan en estos momentos. Además, ponen de relieve la escasez de ideas que ha presidido el cónclave de los populares, centrado principalmente en los nombres de quienes acompañarán a Mariano Rajoy en la nueva etapa que ha decidido emprender, con el “gran debate” sobre los “nuevos problemas y los desafíos” que está experimentando la sociedad, que van a analizar ellos en su 37º Congreso, temas como una ley que regule la eutanasia y el derecho a una muerte digna, una mayor laicidad del Estado,o la ampliación del aborto, así como la posibilidad de que los inmigrantes puedan votar en las elecciones municipales, algo que ya estudiaba la dirección socialista hace tiempo. Asuntos todos ellos de gran calado social para intentar solapar la crisis económica que atraviesa nuestro país y que Rodríguez Zapatero no quiere ni de lejos que adquiera protagonismo en este cónclave.
Los socialistas presumen de que entre la militancia hay un gran afán de participación, Prueba de ello, dicen, es que los cuatro apartados de la Ponencia Marco, que ha coordinado Jesús Caldera, han recibido cerca de 6.000 enmiendas, - el doble que en 2004- entre las que hay algunas que piden la modificación del sistema de primarias para facilitar la presentación de candidaturas y dar mayor participación a la militancia a la hora de elegir a los dirigentes del partido. Los socialistas debatirán sobre estos y otros muchos asuntos pero siempre con la premisa de que no se trata de realizar un nuevo programa electoral, que ya fue aprobado en su día, sino de abrir una amplia reflexión sobre la realidad más palpitante de nuestro país. No obstante, en Ferraz anuncian que la resolución que apruebe el 37º Congreso podría ser más ambiciosa que el programa electoral al menos en lo relativo a garantizar la laicidad del Estado y en la ley del aborto así como e.jpg)
n el tema de la eutanasia.
Entre las enmiendas más curiosas figura la presentada por la corriente crítica Izquierda Socialista para que se rehabilite de militancia al que fuera presidente del Gobierno durante la Guerra Civil, Juan Negrín, junto a otras 20 personas. Otras se refieren a la financiación autonómica y local y al empleo con el concepto de “flexiguridad”, palabra de nuevo cuño importada del gobierno danés que supone un sistema que combina el despido libre con la máxima protección social. El PSC, por su parte, pide que se avance en el federalismo. Tampoco se ha librado Caldera y su macrofundación de recibir sugerencias aunque, según el propio ex ministro, todas a favor de la idea. Pese a ello, el ex ministro podrá ver mermado su capacidad de acción dado que las fundaciones que presiden Alfonso Guerra, la Pablo Iglesias, y la de Felipe González, Progreso Global, e incluso la escuela de verano Jaime Vera, podrían quedar fuera del proyecto.
El Congreso analizará también las medidas llevadas a cabo por el Gobierno de Zapatero como la Ley de Dependencia, la Ley Integral contra la violencia de Género o la legalización de los matrimonios homosexuales como punto de partida para trabajar en el futuro. Habrá además una profunda reflexión sobre el cambio climático que tanto preocupa ahora a nuestro gobernantes.
La nueva Ejecutiva
Pero al margen de las enmiendas, el interés se centra en los cambios que el líder del PSOE vaya a realizar en la Ejecutiva del partido que será, como no, paritaria, y cuya composición el líder no dará oficialmente a conocer hasta la segunda jornada del Congreso. Se da casi por seguro que modificará su estructura para hacerla más operativa y adaptarla a los cambios que ha sufrido también el Gobierno, reduciendo el número de secretarías de área y refundiendo algunas, como la de política municipal y la autonómica, Zapatero quiere colocar al frente de algunas de éstas a dirigentes jóvenes que serán los que tomen el relevo generacional en el futuro, como el diputado vasco Eduardo Madina, el navarro Juan Moscoso, o el diputado por Madrid Antonio Hernando, hombre de confianza de Blanco al igual que Óscar López, quien al haber sido designado candidato a liderar el PSOE de Castilla- León abandonará la Ejecutiva Federal ya que Zapatero ha decidido que esta vez tanto los secretarios regionales como los presidentes autonómicos dejen este órgano de dirección dado que ya forman parte del Consejo Territorial y también están integrados en el Comité Federal, máximo órgano entre Congresos.La única excepción será la de Manuel Chaves, que repetirá como presidente del PSOE.
Por tanto, el hueco que deje el ex presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, no será ocupado por su sucesor en el cargo, Guillermo Fernández Vara. También dejará vacante su plaza el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, quien, de todas formas, apenas acude a las reuniones quincenales de la Ejecutiva. Eso no quita para que la ‘cuota’ extremeña y catalana estén representadas por personas de confianza de ambos dirigentes.
La renovación alcanzará al 50 por ciento de los miembros de la dirección actual. Las mujeres adquirirán un mayor protagonismo, si cabe, dándose por seguro que una s de las secretarías de peso, como es la de relaciones Institucionales que hasta ahora dirigía la andaluza Carmeli Hermosín, recaerá en una mujer que se convertirá en la número tres del PSOE.
A priori, Zapatero también está dispuesto a que en la Ejecutiva tampoco haya ministro pero también podría haber alguna excepción como ocurrió en 2004 cuando entraron el entonces titular de Trabajo, Jesús Caldera; el de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, y Juan Fernando López Aguilar, ex titular de Justicia. El dirigente canario, que será oficialmente designado en otoño candidato a las elecciones europeas por lo que es previsible que no se presente a la reelección como secretario regional de los socialistas canarios, se mantendrá ahora en la Ejecutiva.
Por aquel entonces también entró Carmen Chacón pero aún no estaba en el Gobierno sino en la Mesa del Congreso. Zapatero la ‘indultará’ para que siga en la Ejecutiva al igual que al ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien, pese a dejar la portavocía parlamentaria, siguió acudiendo a las reuniones. La posibilidad de que la titular de Vivienda, Beatriz Corredor, se sume al restringido elenco de ministros tampoco se descarta.
El que continuará como ‘número dos’ será el secretario de Organización, José Blanco, a pesar de que durante los últimos meses ha estado ‘jugueteando’ con la posibilidad de dejar la política. Pero, no. Blanco, que lleva ocho años en el cargo, sigue, incluso más reforzado en su papel, por expreso deseo de Zapatero que le considera “imprescindible”.
Otra de las dirigentes que seguirá al frente del área de Internacional será Elena Valenciano, cuyo nombre siempre se ha barajado para sustituir a Blanco en el caso de que éste dejara su puesto. Incluso se habla de ella como la ‘misteriosa’ número tres de Zapatero. Entre las ‘fijas’ para continuar está, asimismo, Leire Pajín, secretaria de Estado para la Cooperación, ‘ojito’ derecho del presidente.
Como es habitual, la lista de la nueva dirección no se cerrará hasta bien entrada la noche de la segunda jornada del cónclave, aunque no se esperan grandes tensiones más allá de las lógicas entre federaciones que lucharán por tener su peso específico en la Ejecutiva.
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