Trabajar menos, cobrar igual, divertirse más... los diputados

“¿Qué pensarían los españoles si adoptáramos esta medida, ahora que estamos en plena crisis y cuando encima la Unión Europea quiere implantar jornadas de 60 a 65 horas semanales?”. Así explican fuentes parlamentarias la discusión habida en la Junta de Portavoces, en la mañana de este martes, con motivo de la última ocurrencia del presidente del Congreso de los Diputados, José Bono: que sus 350 señorías trabajen en dos días –martes y miércoles- lo que ahora ‘currelan’ en tres.

    En definitiva, la propuesta de Bono es la siguiente: los martes se quedarían como ahora –Mes y Junta de Portavoces por la mañana y pleno por la tarde-, pero se habilitaría la mañana del miércoles para la sesión de control al Gobierno, preguntas e interpelaciones que ahora es por la tarde, y la tarde se habilitaría como el pleno que ahora se realiza los jueves. Los jueves, por tanto, no habría pleno, sino que se habilitaría para Comisiones. De esta forma, los diputados estarían en Madrid martes y miércoles, y tendrían libres lunes, jueves, viernes, sábados y domingos. Salvo, naturalmente, aquellos que tengan que asistir a alguna Comisión los jueves.

    Un ‘negocio’ redondo, sobre todo para los diputados periféricos. No es de extrañar que los nacionalistas del PNV, CiU, ERC y BNG hayan dado su apoyo inmediato a la ocurrencia presidencial, que también cuenta, naturalmente, con el apoyo del Grupo Socialista y del propio Gobierno. Sin embargo, Bono se ha encontrado con la oposición frontal de IU-ICV y del PP. 

Más tiempo para ‘vender’ logros del Gobierno

   Según nuestras fuentes, en la Junta de Portavoces se ha oído de todo, pero hay un punto en el que los portavoces del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, e IU, Gaspar Llamazares, han coincidido perfectamente. “Las cosas están tan mal que no podemos, encima, dar la impresión de que en tiempos de crisis los diputados trabajamos menos”.

   Este argumento no es totalmente cierto, ya que se trabajaría lo mismo, pero en menos días. Sin embargo, tal medida, de aprobarse, sí viene a demostrar que trabajar se trabaja, sí, pero que ya que en dos días se puede hacer lo que ahora hacen en tres, se podría trabajar un poquito más.

    Además, quienes salen perjudicados son los diputados de grupos pequeños –como en IU, que sólo hay dos-, ya que menos diputados supone que tienen que estar presentes en más Comisiones; luego, tendrán ‘trabajo’ prácticamente todos los jueves.

    El segundo argumento en contra es que si la sesión de control al Gobierno –que suele estar muy divertida- se realiza los miércoles por la mañana, si hay un gran rifirrafe Gobierno-oposición, esa noticia eclipsaría informativamente a cualquier otra que se produjera en el pleno de por la tarde.
   
    Un tercer argumento es que, al no haber pleno los jueves, el Gobierno y sus ministros tendrían más tiempo para viajar y ‘vender’ sus ‘logros’ en distintas provincias.

    De momento, las espadas están en alto, pero el Grupo Socialista ya lo está vendiendo como que es una forma de conciliar la vida laboral con la familiar. En cualquier caso, no afectaría, naturalmente, a los sueldos de sus señorías.

    Por cierto, que el cuadro completo y oficial de lo que perciben los diputados lo pueden ver pinchando aquí.