Rajoy dejará cinco vocalías de las de ‘a dedo’ para integrar luego a los ‘críticos’

A sólo un día del inicio del XVI Congreso Nacional del PP parece que Mariano Rajoy ya tiene distribuidas sus cartas, aunque la totalidad de su juego no lo conoce ni su núcleo más íntimo. Pero una de las cosas que, según fuentes internas, tiene claro Rajoy es que no utilizará inmediatamente en este Congreso su prerrogativa de nombrar ‘a dedo’ hasta a cinco vocales del Comité Ejecutivo. Es una baza que reserva para el verano, y nombrar a según quién según le vaya respondiendo el sector ‘crítico’ a lo largo de los meses.

Entre las prerrogativas que los Estatutos del PP conceden al presidente nacional está la que se encuentra registrada en la Sección Segunda, relativa a los Comités Ejecutivos, y concretamente en su artículo 34.2, que regula la composición del Comité Ejecutivo Nacional. Según uno de los epígrafes de este artículo, el Congreso tiene que elegir hasta 35 vocales de forma directa, pero se añade la siguiente prerrogativa: “Hasta cinco Vocales designados por el Presidente Nacional, en los términos del artículo 42.1.j) de estos Estatutos”.

El artículo 42.1.j (relativo a las funciones del presidente nacional del partido) establece lo siguiente: “El Presidente es el máximo responsable del Partido en cada uno de sus ámbitos territoriales en relación con los cuales ejerce las facultades siguientes: j) Proponer al Comité Ejecutivo el relevo de los cargos y funciones de cualquiera de los miembros, así como su sustitución de entre los miembros de dicho Comité”.

En definitiva, los Estatutos del PP conceden a Rajoy la prerrogativa de nombrar cinco vocales ‘a dedo’, sin pasar por su elección en un Congreso Nacional, y con la capacidad además de cesarlos cuando quiera. Es una gran baza, sin duda, que Rajoy piensa aprovechar al máximo: con esa baza, Rajoy integrará a lo largo de los meses a actuales ‘críticos’ a su propia candidatura, pero después de ver cómo evolucionan esos ‘críticos’ una vez pasado el Congreso Nacional.



Así, Rajoy podría jugar a integrar después a personas que no haya podido hacer en este XVI Congreso, nombres como Juan Costa, o gente de Esperanza Aguirre, o algunos ‘críticos’ que le han surgido, por ejemplo, en el Grupo Parlamentario Popular.

La Secretaría General y las Secretarías

Lo que sigue siendo un misterio aún hoy es quién será el secretario general en el que piensa Mariano Rajoy. Según fuentes populares, el círculo ha pasado de ser de seis personas a sólo tres: Esteban González Pons, Pío García-Escudero y Ana Mato. Según determinados medios, Rajoy podría revelar su ‘sorpresa’ este mismo jueves, acaso a través de un comunicado.

No obstante, entre los nombres que se han barajado con posibilidades reales de ser el número dos del PP hay uno que parece que cobra fuerza: el de la ex eurodiputada Ana Mato, dirigente de confianza de Javier Arenas y bien vista por los aznaristas de la FAES. De hecho, fue asesora y subdirectora del Gabinete de Aznar cuando el ex líder del PP fue elegido presidente regional de Castilla y León. Años después, Aznar la incluyó en la Ejecutiva del partido en un puesto de designación directa. En la FAES estarían encantados con su designación como secretaría general. De confirmarse esta opción, sería la primera vez que una mujer ocupara un puesto de tanta responsabilidad en el organigrama del PP.

La otra opción con más peso sigue siendo la del portavoz en el Senado, Pío García Escudero, quien, al igual que Arenas, se muestra renuente a ocupar el cargo. García Escudero incluso bromea estos días con todo aquel que le pregunta sobre este extremo y aduce que ya es “demasiado mayor” para asumir esos retos, apuntando con ello la posibilidad de que una nueva generación tome las riendas de la nueva etapa que quiere abrir Rajoy. Mato cumplirá en septiembre 49 años, mientras que el portavoz en la Cámara Alta celebrará en octubre su 57 cumpleaños. Además, no hay que olvidar el detalle – muy significativo- de que en las elecciones generales de 2008, Ana Mato fue como número 3 en la candidatura por Madrid que encabezaba Rajoy seguido del empresario Manuel Pizarro, el fichaje sorpresa del líder del PP.

Pizarro, por cierto, fue nombrado recientemente miembro del Comité Ejecutivo del PP de Madrid por designación directa de su presidenta, Esperanza Aguirre, adelantándose así a los planes que tuviera para el empresario el propio Rajoy.

El otro punto de atención del Congreso va a estar en el número de votos en blanco o de abstenciones que recibirá la candidatura de Rajoy. En el PP son conscientes de que un porcentaje superior al 20 por ciento debilitaría sumamente su renovado liderazgo. Pero pocos creen que se llegue a tanto. Es más, los marianistas están convencidos de que al final el temido voto de castigo será prácticamente testimonial habida cuenta de que hasta en Madrid muchos dirigentes del sector crítico han anunciado su apoyo al presidente del PP.