No son pocas voces las que consideran que la fuerte ofensiva etarra, a pesar de que en realidad responde a lo que a otros años fueron sus campañas contra el turismo en verano, se debería a un intento de la banda para forzar al Gobierno a una nueva negociación, quizás de cara a la legalización de Batasuna.
En el comunicado difundido también ayer domingo en el diario
Gara, ETA reiteraba que su
“objetivo y deseo” no es imponer ningún proyecto político, sino
“dar cauce a un proceso democrático que supere la opresión de Euskal Herria”. “Lo único que se ha demostrado frustrado y estéril en estas últimas semanas, como en los últimos años, es la estrategia represiva y las vías policiales”, añadían los terroristas en el comunicado en que asumían la autoría de sus tres últimos asesinatos.
Ese comunicado, justo antes de las bombas, parece ser bastante significativo para algunos. Es lo que piensan medios como
ABC, que considera que ETA quiere
"demostrar, tanto ante el Ejecutivo de Zapatero como ante sus bases, que la vía policial no solucionará el conflicto”. La Razón también piensa que
“la campaña de ETA busca legalizar Batasuna y una nueva negociación”.
Según fuentes antiterroristas consultadas por el diario
El País, ETA prepara el terreno para el paso que el mundo de Batasuna dará en otoño, interpretando una supuesta desvinculación de ETA. En esta misma tesis insiste
El Correo, que dice que la banda terrorista permitirá a la izquierda
abertzale “una apuesta por vías políticas y pacíficas” para poder estar presente en las próximas citas electorales. Sin embargo, los etarras no renuncian a seguir atentando, según se desprende de documentos incautados por las Fuerzas de Seguridad en operaciones recientes.
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