La consulta independentista catalana empieza por el pueblo más pequeño

Un movimiento heterogéneo en el que se mezclan independentistas “de siempre” y sectores cabreados con  el bloqueo que desde hace tres años tiene la política autonómica catalana impulsan las consultas. Pueblo a pueblo, en aquellos ámbitos donde el nacionalismo catalán está más enraizado, se han ido sucediendo peticiones de debate en los ayuntamientos que mayoritariamente se han mostrado de acuerdo en aprobar las votaciones, aunque en unos casos se han puesto al frente de los movimientos y en otros sólo realizan tareas de acompañamiento.

La ciudad mayor donde se votará será Sant Cugat del Vallès, la más importante donde gobierna CiU, aunque hay alcaldes de todos los colores en las poblaciones. En total más de 700.000 personas podrán votar, si quieren. Para hacerlo sólo deberán estar empadronados y tener más de 16 años. Los inmigrantes de las respectivas localidades pueden también ejercer su derecho a decidir en estas consultas no vinculantes pero que se miran con tremenda curiosidad por las diferentes fuerzas políticas catalanas y españolas.

Lo que más llama la atención es que el proceso ha movilizado personajes conocidos del mundo ciudadano catalán que en muchos casos no se habían descarado anteriormente como independentistas. El más significativo, el del presidente del Barça, Joan Laporta, que ha hecho además campaña por la participación en localidades cono Tàrrega, en Lleida (13.000 habitantes) o Sant Cugat.

La comarca de Osona, de larga tradición nacionalista, es la que más organizadamente ha puesto en marcha el dispositivo electoral. Allí el presidente de la entidad Osona decideix, el ex vocal del Consejo del Poder Judicial, Alfons López Tena, es quien la dirige. En esa comarca 56 municipios votarán este domingo, lo que moviliza unos 2000 voluntarios que atenderán hasta las 8 de la noche las mesas de votación.

El objetivo de los convocantes es conseguir que por lo menos la participación en los municipios supere la última consulta sobre la constitución europea en España, que no llegó al 40%.

Tanto ERC como CiU se han sumado, un poco a regañadientes, a este movimiento que en el fondo cuestiona el establisment  político catalán. Los republicanos han realizado asambleas de sus cargos electos para impulsar el voto y se han movilizado a última hora para que por lo menos cuatro eurodiputados: galeses, corsos y flamencos, ejerzan como obervadores.

Por su parte el PSC de Montilla no se manifiesta aunque en diversos ayuntamientos sus representantes han optado por impulsar la abstención a las consultas. El PP por su parte, es claramente contrario, aunque no ha participado, cuando se le ha invitado, en los debates previos. Fuera del ámbito parlamentario Falange Española ha decidido no manifestarse como sí lo hizo en la primera votación que se realizó sobre la independencia catalana.

Contra lo que pasó en Arenys de Munt, primera población en la que se votó el 13 de septiembre pasado, esta vez el abogado del Estado no ha actuado intentando evitar que las entidades locales cedan locales públicos para la celebración de las consultas. A pesar de ello algunos ayuntamientos han decidido que si los cederán, en un paso más hacia la insumisión.

Una segunda oleada de consultas se prepara para el 25 de abril de 2010. En esa fecha, si todo va como anuncian sus impulsores, se realizarían votaciones en Barcelona y en Girona, dos poblaciones capitales de provincia, gobernadas por el PSC.