Sin duda, el contexto exige creatividad. Los medios “
tradicionales” ven como sus audiencias e ingresos decaen lenta pero inexorablemente, una tendencia agudizada por una crisis que se ceba especialmente con la publicidad. Mientras, su alternativa, los llamados “
nuevos medios”, siguen buscando un modelo económico e informativo, que les permita alcanzar en madurez a sus “
hermanos mayores”, papel, televisión y radio.
Sin embargo, sobrevuela la certeza de un horizonte dibujado con bits. “
Los ciberlectores superarán muy pronto a los lectores tradicionales. Quizás no en menos de en cinco años, pero en todo caso, no en más de diez”, afirma con voluntad profética Fernando Pardo, ingeniero de telecomunicaciones y consejero de Eurocom.
“La integración multimedia es el mayor desafío en la historia de las empresas periodísticas. ¿Estarán preparadas?”.
La pregunta queda en el aire, pero al menos, debemos huir de los dramatismos. “
El cine iba a acabar con el teatro, y no lo consiguió. Tampoco la televisión mató al cine o a la radio. ¿Matará Internet a todos? Probablemente no”, continúa Pardo, aunque deja claro la dificultad de acertar en las profecías. “
Hace cinco años, todo el mundo apostaba por la prensa gratuita. Hoy, es la que más está sufriendo los efectos de las crisis económica”.
Señala también uno de los grandes obstáculos para que los medios de comunicación tradicionales consigan realizar con éxito la transición digital.
“Todos creen que la solución es adaptarse a las nuevas tecnologías, pero lo que hay que hacer es adaptarse a las nuevas audiencia”. El oscuro objeto de deseo son esos usuarios denominados
''bedroomers”, por haber trasladado el
“centro de comunicación” desde el salón -televisión, radio...- al dormitorio -ordenador, teléfono móvil....
“Sólo si podemos adecuarnos a los contenidos que nos demandan esos nuevos usuarios, conseguiremos sobrevivir”, continúa el presidente de
Diariocrítico,
Constantino Mediavilla que cree que después de una década hablando de
“nuevos medios”, llega el momento de dar un paso adelante y consolidar al fin un modelo viable.
Para ello, es necesario echar abajo varios mitos construidos desde las
''trincheras” de la prensa tradicional. “
Realizar un buen producto informativo es caro en papel, en radio, en televisión... pero también en Internet”, afirma Mediavilla. Tampoco es cierto que los medios digitales deban cimentar su modelo en ''más inversión en tecnología y menos en personal”, no al menos si pretende subsistir con calidad.
Falacias alimentadas por aquellos que “
en primer lugar, negaron Internet, después, la combatieron y más tarde intentaron unirse, eso sí, sin aportar ningún modelo”. Para Mediavilla, “
la aristocracia mediática ve como se les desmonta el chiringuito” pero el intento de trasladar la estructura del periódico en papel o del noticiario televisivo a Internet
“fracasará sin remedio”.
Una opinión compartida también por
Nelson Rubio, para quien “
uno de los grandes errores de los medios digitales es conformarse con el texto y obviar el vídeo y el audio”. Precisamente la integración multimedia sería uno de los grandes retos de la transición digital para construir la comunicación de un futuro que pelea por acercarse cada vez más deprisa. Rubio quiso dejar otra sentencia que resume la sensación actual de desafío en el mundo de los medios de comunicación: “
como comunicador, estoy feliz con las posibilidades ofrecidas por las nuevas tecnologías. Como ejecutivo, estoy muy preocupado, pero en todo caso, no tengo miedo”.
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