Cospedal ya ha tomado 'declaración' a Aguirre, Granados y Prada y anuncia medidas si descubre 'delito'

         Tan sólo unas horas después de recibir la orden de Mariano Rajoy de iniciar una investigación interna sobre la trama corrupta madrileña, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ya ha tomado ‘declaración’ a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a su consejero y secretario general del PP madrileño, Francisco Granados, y al ex consejero Alfredo Prada, uno de los presuntos espiados por los policías corruptos. Aún no se ha encontrado Cospedal ni con Ignacio González, número dos de Aguirre en el Gobierno autónomo, ni con otro de los espiados, Manuel Cobo, el número dos del alcalde madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón.

         De estas primeras ‘entrevistas’ para la investigación interna, De Cospedal sólo ha resumido que Esperanza Aguirre le ha dicho que ella no tenía ni idea de la red de espionaje “y yo la creo”. No ha trascendido lo que ha hablado con Francisco Granados, consejero de Presidencia, Interior y Justicia, y creador de esa ‘policía’ paralela que supuestamente -con orden o sin orden para ello- ha expiado a altos cargos del PP de Madrid. No obstante, la conversación ha tenido que ser muy suculenta, ya que posiblemente es en Granados en quien residen muchas de las claves de esta trama corrupta. Según todos los indicios, de él dependía el ex policía Marcos Peña.

         Por el despacho de De Cospedal pasarán un buen número de personas, según ha confirmado ella misma en rueda de prensa: todos los altos cargos de la Comunidad y del Ayuntamiento madrileño con carnet del PP y que tengan algún tipo de relación con este escándalo: “Vamos a citar a muchas personas”. Las investigaciones darán lugar a un informe que será trasladado al Comité Nacional de Derechos y Garantías, el órgano que decidirá la toma de medidas judiciales o políticas.

         Ni De Cospedal ni el propio Rajoy han mantenido, sin embargo, la versión hecha pública un día antes por el vicesecretario y portavoz del PP Esteban González Pons sobre la posible implicación del Ministerio del Interior en esta trama, una implicación que ha sido duramente replicada por Alfredo Pérez Rubalcaba. Rajoy, por ejemplo, dijo en la mañana de este viernes que “no sé lo que ha dicho o ha dejado de decir, pero también el sindicato policial SUP ha dicho que si tenían acceso a las matrículas, el peticionario quedaba registrado el Ministerio del Interior. Yo no lo sé, sólo pido que las Fuerzas de Seguridad del Estado colaboren”. En línea similar se expresó luego la secretaria general popular.

         Lo que sí mantienen en el PP es que si se demuestran ilicitudes y si realmente hay algún alto cargo de la Comunidad implicado, las medidas serán “fulminantes”. Es evidente que, después del aluvión de pruebas que se están conociendo -el PP sólo admite un caso de espionaje probado en la persona de Ignacio González-, los responsables populares han dado un viraje de 180 grados con respecto a este caso: ahora quieren una investigación a fondo porque el asunto es “indignante, muy grave, de especial trascendencia e inaceptable para nuestro partido”, en boca de De Cospedal.

Fueron ‘Mortadelo y Filemón’, Rubalcaba dixit

Por cierto, que Pérez Rubalcaba, además de tachar de "infamia" las acusaciones que vinculan al Ministerio del Interior con la trama de espionaje a miembros del Gobierno de Madrid y del Ayuntamiento, las ha rechazado señalando que "no hay ninguna prueba" para hacer una acusación "tan grave" y descalificándola con una fuerte retranca.

En una rueda de prensa para informar de la detención de batasunos fue preguntado por su directa responsabilidad en la trama de Madrid y la implicación del CNI, a lo que respondió irónicamente: "Si, y Mortadelo y Filemón. Vamos a ser serios". Además, el titular de Interior dijo que la trama de espionaje es un asunto que debe resolverse en el ámbito de la Comunidad de Madrid y en los tribunales, y añadió que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "no se dedican a espiar a la gente". "Ponemos el dedo para no ver la llaga", concluyó.