Arranca la campaña europea

Arranca oficialmente la campaña europea con un entusiasmo popular en las calles manifiestamente descriptible y con una bronca política cargada de bombas de relojería para los dos grandes partidos nacionales. A un lado, un PSOE en el que parece importar más sacar adelante proyectos con falso sello de progresismo –la reforma de la ley del aborto, el fin de la energía nuclear por un ecologismo de salón- que atender a los verdaderos problemas con los que nos enfrentamos, entre ellos la grave situación de la economía, cada día con peores datos, la educación o la palmaria soledad de un Gobierno que necesita descafeinar cualquiera de sus propuestas porque no cuenta con apoyos para llevarlas adelante. Y la huelga nacionalista contra el nuevo Gobierno del País Vasco, otra piedra en el camino, o la división en las filas socialistas por algunas decisiones “de Gobierno” como la de permitir que pueda abortar una niña de 16 años sin el conocimiento de sus padres o la eliminación de la publicidad en TVE.

Al otro lado, en las filas del PP, el panorama tampoco es mejor con los escándalos de la corrupción, adecuadamente aireados por sus rivales, los paseos por los tribunales de algunos de sus dirigentes más cualificados y el patético mantenimiento de Federico Trillo en su puesto en el Congreso después de la sentencia del Yak 42.

¿Y Europa? A Europa que la zurzan parecen estar diciendo los responsables de ambos partidos, más empeñados, como siempre, en tratar de despedazar al contrario que en construir un proyecto de futuro que nos permita mirar hacia adelante en lugar de estar removiendo el barro sobre el que nos levantamos cada día. España ha sido fundamental en la construcción de Europa y Europa ha sido fundamental para España, en lo político y en lo económico, en estas últimas tres décadas. Sin los fondos europeos, sin la solidaridad europea, sin su respaldo político, la envidiable calidad de vida de la que hoy disfrutamos los españoles hubiera sido imposible.

Y lo que nos jugamos en las próximas elecciones, a pesar de muchos de nuestros políticos, es muy importante: los espacios de libertad, seguridad y justicia, el respeto a los derechos humanos y al Estado de Derecho, la recuperación económica, una educación de calidad, una política inteligente de inmigración, la lucha por el empleo, una política exterior con peso en el mundo, un Parlamento sin pequeñas fronteras nacionalistas, una voz respetada en el mundo… Por eso, el video de campaña del miedo, otra vez el miedo, del PSOE, la reducción de la campaña europea a los problemas de partido contra partido, la carencia de un debate de ideas sobre Europa, son gravísimos errores. O somos Europa o no pintaremos nada en el mundo. Nuestra fuerza está en Europa. Pero muchos españoles están pensando en no votar el 7-J ante la falta de miras, el provincianismo y la falta de talla de quienes deberían dar ejemplo.