La crisis abierta en el PP de Madrid hizo, por fin, estallar a
Mariano Rajoy, que el pasado jueves decidió convocar este Comité Ejecutivo Nacional para lanzar una seria advertencia a su organización en Madrid, pero también en Valencia: "No puedo aceptar que nadie diga que no somos capaces de gobernarnos a nosotros mismos y por tanto no podemos gobernar España. Ni puedo, ni podemos aceptarlo ninguno de los aquí presentes. Si algunos se preguntan cuando será la próxima yo le respondo con toda claridad: no habrá próxima".
La intervención de Rajoy, que suele ser abierta a los medios de comunicación, fue en este caso a puerta cerrada, pero finalmente la dirección del PP decidió hacer público todo el 'mensaje' de Rajoy a los más de 80 componentes de la Ejecutiva popular. Un mensaje inequívoco en el que el líder del PP repartió a diestro y siniestro: contra
Manuel Cobo, el brazo ejecutor de
Alberto Ruiz-Gallardón en su peculiar pelea contra
Esperanza Aguirre, pero también contra la presidenta madrileña por su actitud de permanente pulso con la dirección nacional.
Los 'mensajes' de Rajoy son muy claros, a tenor de su intervención hecha pública por el gabinete de comunicación. Por un lado, una advertencia: "Una vez terminado el proceso congresual, todo el mundo debería hacer aceptado su resultado y actuar en consecuencia". Es decir, que su liderazgo es indiscutible.
Y a partir de ahí, lo que es "inaceptable" e "inadmisible" en cualquier dirigente o militante popular: "Es inaceptable que algún militante de nuestro partido pueda afirmar que no somos alternativa. Yo digo que sí somos alternativa, la única (…) De la misma manera que afirmo esto quiero también dejar claro que es desleal colaborar, conscientemente o no, por razones que no son ideológicas o programáticas, sino de otra índole, a debilitar esa alternativa".
Gravísima situación interna
"La situación es grave", tuvo que reconocer Rajoy, espoleado por el presidente fundador,
Manuel Fraga, que le había pedido previamente que no dejara pasar ni una más. Y a partir de ese momento, enumeró lo que es "inadmisible" en el PP, lo que "no se puede volver a repetir nunca" y que se resumen en los siguientes puntos:
- "Es inadmisible hacer declaraciones públicas sobre asuntos que son internos del partido": dirigido a numerosos dirigentes.
- "Es todavía más inadmisible si eso va acompañado de una crítica a otros dirigentes, sean quienes sean, un cargo público, un cargo del partido o una dirección regional o nacional en su conjunto", de Manuel Cobo hacia Esperanza Aguirre.
- "Es inadmisible que se presione públicamente a órganos del partido, como puede ser el Comité Nacional de Derechos y Garantías o la propia dirección nacional", de Esperanza Aguirre hacia el Comité y hacia el propio Rajoy.
- "Es inadmisible que se fuerce a cargos del partido o a representantes del mismo en instituciones públicas para que firmen documentos exigiendo lo que sea, al comité nacional de derechos y garantías o a la propia dirección nacional, a la que luego llegan las quejas", de Esperanza Aguirre con 105 de los 110 alcaldes de la región.
- "Es inadmisible que se haga caso omiso a las instrucciones directas y claras de la dirección nacional del partido", hacia
Francisco Camps, por un lado, con la crisis derivada del cese de
Ricardo Costa y hacia Aguirre por la pelea de Caja Madrid. "Estas instrucciones no se transmiten todos los días, porque la dirección nacional sólo interviene cuando cree que el interés general está en juego".
En resumidas cuentas: "No puedo aceptar que nadie diga que no somos capaces de gobernarnos a nosotros mismos y por tanto no podemos gobernar España. Ni puedo, ni podemos aceptarlo ninguno de los aquí presentes. Si algunos se preguntan cuando será la próxima yo le respondo con toda claridad: no habrá próxima".
En definitiva, que "no somos un partido federal, ni mucho menos un reino de taifas". Aviso a 'barones y baronesas' navegantes.
La "inadmisible" corrupción
Rajoy no olvidó tampoco lanzar un mensaje contra la corrupción destapada, sobre todo, por el 'caso Gürtel' y que afecta a dos de las principales comunidades regidas por el PP: "Nadie que se haya manchado puede formar parte de nuestro partido. Más claro no puedo ser".
Si bien luego matizó y dijo que "en el tratamiento de estas cuestiones hay que actuar con la mayor responsabilidad y prudencia para evitar la injusticia y la arbitrariedad".
Las competencias presidenciales
A renglón seguido, Rajoy echó mano de los Estatutos del partido para 'leerles' a los presentes lo que a él, como presidente nacional, le compete: desde coordinar toda la acción política y definir la estrategia general hasta "lo que corresponde al Comité Electoral Nacional, que, entre otras aprueba las candidaturas a presentar en las elecciones legislativas y autonómicas y en las municipales de capitales de provincia".
Segundo aviso a 'barones y baronesas', pero también a alcaldes descarriados, porque para que la alternativa del PP "triunfe y genere cada vez más confianza, nuestro partido debe ser percibido como una fuerza nacional, unida y limpia".
VEA EL DISCURSO ÍNTEGRO DEL PRESIDENTE DEL PP
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