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Comité Ejecutivo del Partido Popular

Rajoy recuerda que quien hace las listas electorales es Génova

Rajoy recuerda que quien hace las listas electorales es Génova

- Aguirre rompió con su ausencia la imagen de “unidad” reclamada por el líder del PP
- Cobo no se retractó de sus críticas a la lideresa pero pidió “perdón a la militancia”
- No voy a consentir ni un espectáculo más", les dijo el líder

martes 03 de noviembre de 2009, 17:46h
El enfrentamiento que mantienen en Madrid Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón aguó la imagen de “unidad” y de cierre de ‘heridas’ que creía haber logrado Mariano Rajoy ante la crucial reunión del Comité Ejecutivo Nacional celebrado este martes en el que la tónica general fue de respaldo al líder. La ausencia premeditada de la presidenta regional madrileña fue todo un síntoma de que la crisis en Madrid se ha cerrado en falso. El propio Manuel Cobo, alter ego del alcalde, encendió más los ánimos con un discurso que traía escrito, calificado como “durísimo”  por algunos de los asistentes, en el que ratificó sus críticas a Aguirre. Rajoy, como se había anunciado, echó la bronca a todos, les pidió que se centren en hacer “oposición constructiva” al  Gobierno mientras lanzaba un aviso a navegantes/as: la elaboración de las listas electorales a las generales, autonómicas y municipales son competencia suya.
Ni los llamamientos previos al cierre de filas, ni los denodados esfuerzos de María Dolores de Cospedal para que los barones escenificaran la unidad del PP en torno a Rajoy lograron que el líder de los populares pudiera disfrutar de un Comité Ejecutivo totalmente tranquilo después de creer que estaban cerrados los dos frentes abiertos en Madrid y en Valencia.

    Pero no. Solamente el barón valenciano, Francisco Camps, que fue el segundo en intervenir después del propio Rajoy y de Manuel Fraga, pudo escenificar ese apoyo sin fisuras al líder del PP. Camps dio por xanjada la criris de Valencia con los cambios acometidos en el partido y manifestó su “lealtad” al proyecto” y al liderazgo de Rajoy. 

    Pero todos los ojos estaban puestos en los dirigentes madrileños, que, para no defraudar, volvieron a dar el espectáculo. Aguirre con su plante a Rajoy. Manuel Cobo, por su empecinamiento en no retractarse de las ácidas críticas vertidas contra Aguirre en una entrevista publicada por el diario El País, y Gallardón, por no desautorizarle dentro del Comité Ejecutivo.

    El alcalde y su segundo llegaron a la sede de Génova juntos y fueron increpados por algunos ciudadanos – “sinvergüenzas. Iros a Ferraz a dar el parte”, les gritaron- que contemplaban con curiosidad el lío montado en la puerta de la sede popular, repleta de cámaras, micrófonos y de docenas de expectantes periodistas que aguantaron cerca de cuatro horas al sol estoicamente hasta que terminó el cónclave. Hubo empujones, codazos y hasta alguna caída. Tanto es así que fue reclamada una dotación de la policía nacional para que los dirigentes del PP pudieran entrar en la sede sin ser ‘estrujados’. 

Perdón ‘a su manera’

Según varios de los asistentes Cobo, que traía escrita su intervención, llegó por dos veces a pedir “perdón” a los militantes por el daño que pueda haberles causado con sus declaraciones y por haberlas hecho fuera de los órganos de dirección, pero en ningún momento dirigió sus disculpas hacia Aguirre. Para que no se dijera, puso sus cargos a disposición de la dirección nacional, un gesto innecesario dado que a esa hora ya estaba convocado el Comité de Derechos y Garantías para decidir su futuro.

Después de asegurar que hay muchas antecedentes de declaraciones polémicas como la suya y no ha habido sanciones ni tanto revuelo – la gente de Gallardón incluso ha elaborado un dossier con ellas- , Cobo hizo alusión al espionaje del que ha sido objeto supuestamente por funcionarios a las órdenes de Aguirre. El vicealcalde afirmó que había llegado a sentir “miedo” tanto por él como por sus hijos, frase que hizo saltar al Consejero de Sanidad, Juan José Güemes, que también pidió la palabra para defender a su ‘jefa’ y recordar que en el PP madrileño hay “una gran mayoría que la respalda”.  
 

“Ni un espectáculo más”

Hubo 26 intervenciones, todas resaltado la necesidad de estar “unidos” en torno al líder y a un proyecto que puede ser la alternativa al Gobierno de Rodríguez Zapatero. Y después de presumir de tener un partido “limpio”, reclamó “independencia” para hacer las cosas a su manera, rechazó “presiones” y prometió “actuar con contundencia” si la situación lo requiere, en alusión a los casos de corrupción que les afectan.

    Rajoy se mostró muy contundente: “no voy a consentir ni un espectáculo más. No habrá próxima vez”, contestó a Manuel Fraga cuando el presidente fundador – que fue el primero como siempre en hablar- le dijo,  “no vuelvas a pasar ni una, Mariano”

    Pero el presidente del PP deslizó una seria advertencia dirigida a quien quiera escucharla, llámese Aguirre o Gallardón. “En los Estatutos  se fija las tareas que competen al presidente…….también lo que corresponde al Comité Electoral Nacional, que entre otras cosas aprueba las candidaturas a presentar en las elecciones legislativas y autonómicas y en  las municipales de capitales de provincia”. A buen entendedor con pocas palabras bastan.

Y Rajoy, “satisfecho”
 
Pasadas las tres y media de la tarde, Rajoy salió de la sede del partido, en la madrileña calle de Génova, muy sonriente acompañado del coordinador de Presidencia, Jorge Moragas, y rodeado de sus escoltas que no dudaron en empujar a los numerosos periodistas que aún quedaban montando ‘guardia, para impedir que abordaran al líder.

“Estoy muy contento y muy satisfecho”, señaló Rajoy en alusión al desarrollo del Comté Ejecutivo del PP que acaba de finalizar momentos antes. La procesión por el plantón de Aguirre iba por dentro.
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