Rajoy dejó muchas preguntas por contestar

La convocatoria ya se barruntaba desde la noche anterior. Eran demasiadas las presiones que estaba recibiendo del líder del PP para que saliera de una vez a la palestra. Rajoy apareció diez minutos después de la hora fijada, - la una de la tarde- intentando esbozar lo que parecía una sonrisa y luciendo un tono de cara sonrosado que algunos atribuyeron a los ‘sofocos’ que le produjeron algunas de las preguntas que se le lanzaron, pero que en realidad se debe al sol que tomó el pasado fin de semana en Canarias.

Al líder del PP le arropó buena parte de su ‘guardia pretoriana’:  María Dolores de Cospedal, Jorge Moraga, Esteban González Pons y Federico Trillo, a los que seguían su jefa de Comunicación, Carmen Martínez Castro, y algunos de los responsables del gabinete de prensa, que tuvieron que  sentarse donde buenamente pudieron ya que apenas había un sitio libre en la sala.

Rajoy, que hasta hoy había dejado que fuera su número dos, María Dolores de Cospedal, la que se sometiera al ‘viacrucis’ ante los periodistas, empleó casi quince minutos en leer un largo preámbulo en el que reiteró los mensajes que ya ha lanzado en sus intervenciones ante los órganos directivos de su partido o en los comunicados emitidos por la dirección del PP. A saber, que lo del Gürtel es una trama de un grupo de chorizos y aprovechados ajena al PP que han intentado dañar la  impoluta imagen que hasta ahora tenía su partido, cosa no lo van a consentir. Que ellos rompieron con los cabecillas que dirigían las empresas de la trama en 2004, cuando se enteraron de sus turbias actividades. Y que hay un interes desmesurado de la Fiscalía , la polícia, algunos medios de comunicación  y el Gobierno, en general, de 'empurar' al PP.

Curiosamente, en esta ocasión Rajoy no aseguró taxativamente que no haya habido financiación irregular en alguna comunidad en donde gobiernan.Queda mucho sumario todavía. "Todas nuestras cuentas son transparentes y estan fiscalizadas por el Tribunal de Cuentas", se limitó a decir.



Mensajes en clave valenciana

Pero la segunda y más importante lectura de su comparecencia  fue  sus denodados esfuerzos por demostrar que sigue respaldando y confiando en Francisco Camps como próximo candidato a la presidencia de la Generalitat y como líder del PP valenciano ….al menos hasta que no haya nada nuevo que lo incrimine. Y, por otro lado,  dar cumplida cuenta de los deseos que en su comunicado le había  pedido – casi exigido- el destituido Ricardo Costa. Y así lo hizo.

Rajoy alabó varias el trabajo de Costa y “los grandes servicios” realizados por éste a lo largo de estos años como  secretario general del PP de Valencia, y reiteró otras tantas que no tenía “dudas de su honradez”. Recado cumplido.  ¿Por qué lo cesan entonces? Pues... vaya lío, “porque por su cargo tiene un plus de exigencia mayor que el que tienen otros militantes”, se escudó Rajoy .

¿Y Camps, que –según el sumario- ha dado contratos a las empresas de la trama?,  ¿cómo presidente no tiene ese nivel de exigencia?, se le preguntó después. “Yo no acepto lo que dice, que el señor Camps haya dado contratos”, puntualizó primero. Es más, en el sumario del caso Gürtel, cuyo secreto parcial acaba de levantarse, y una vez archivado el caso sobre supuesto delito de cohecho impropio por aceptar regalos de la trama, sobre Camps “no hay ningún elemento nuevo que le haga merecedor de ser cesado como presidente de PP de Valencia, dijo Rajoy. Claro que el líder del PP  obvió que ese archivo sobre los regalos también beneficia a Costa.  

Por si fuera poca la confusión que ha habido en Valencia, Rajoy volvió a dar una versión nueva sobre la dimisión o cese forzoso de Costa. Según dijo, fue él mismo quien presentó su dimisión “voluntariamente”, primero como secretario general del partido ante el Comité Ejecutivo del PP valenciano, y posteriormente también como portavoz en las Cortes en la reunión que mantuvo el grupo parlamentario. Una cosa más: también fue él quien ha pedido comparecer “voluntariamente” ante el Comité de Derechos y Garantías del partido para aclarar lo que tenga que aclarar sobre su gestión.

La sala de prensa bullía y eran numerosas las manos levantadas solicitando turno. “Señores no hay más preguntas”, zanjó Rajoy. Solo le faltó decir, parafraseando a Camps, una rueda de prensa muy bonita. Gracias por haber venido, son ustedes muy agradables.